Detrás de la imagen sobria y calculada que hoy ofrece Felipe VI, se esconde un pasado sentimental plagado de secretos y estrategias. Su vida amorosa, lejos de ser libre, estuvo condicionada por los deseos de Zarzuela y, sobre todo, por el férreo control de Juan Carlos I. No cualquier mujer podía convertirse en la compañera del heredero, y las candidatas parecían salir de un escaparate cuidadosamente diseñado para proyectar una imagen impecable.

Felipe VI y la princesa Leonor EFE
Felipe VI y la princesa Leonor EFE

En aquella lista no faltaban modelos de pasarela, actrices populares y presentadoras de éxito. Mujeres bellas, mediáticas y aparentemente perfectas para acompañar a un príncipe. Sin embargo, ninguna era realmente apta para convertirse en reina de España. El caso más sonado fue el de Eva Sannum, la modelo noruega que mantuvo una relación seria con Felipe y que llegó a ser considerada futura consorte. Su estilo, su independencia y, sobre todo, sus campañas publicitarias en ropa interior incomodaban profundamente a los sectores más conservadores de la monarquía.

La presión se volvió insoportable. Sannum fue comparada con Meghan Markle por el acoso mediático que sufrió y por la manera en que su idoneidad fue cuestionada desde el primer día. “Estoy muy contenta de no haberme convertido en reina”, asegura, convencida de que hubiese sido un gran error casarse con el rey y convertirse en reina. Y lo cierto es que sus palabras retratan fielmente lo que vivió: una relación marcada por la vigilancia, la desconfianza y las maniobras del emérito para cortar de raíz cualquier posibilidad de boda.

Felipe VI se enamoraba de otras personas, pero su padre no iba a permitir que eso saliese a la luz 

El catálogo de Felipe incluía otros nombres, aunque nunca se confirmaron oficialmente. Presentadoras conocidas y actrices de renombre fueron vinculadas al príncipe, pero siempre bajo la sombra de la discreción. Eran romances permitidos, tolerados mientras duraban, y eliminados de golpe en cuanto surgía la menor amenaza para la institución.

La llegada de Letizia Ortiz cambió el guion. Periodista de prestigio y mujer trabajadora, no encajaba en el molde de actrices o modelos, pero tampoco en los planes iniciales de Zarzuela. Fue la primera vez que Felipe impuso su voluntad por encima de los designios familiares.

Eva Sannum no es la primera historia del rey que eligieron por él. Él nunca ha sido feliz con las mujeres que ha mantenido relaciones, ni tan siquiera con Letizia. Felipe VI nunca aceptó a las mujeres que Juan Carlos I le presentaba para emparentar monarquías, pero nunca le iba a permitir que se descubriese la verdad, por ello finalmente se decantó por Letizia.

Felipe con amigos / EFE
Felipe con amigos / EFE