Al menos de puertas para fuera, los reyes Letizia y Felipe forman el matrimonio perfecto. Se quieren y mantienen la formas como ninguno de sus antepasados en el trono. Y no solo eso. También trabajan para mejorar la imagen de la Casa Real. Además, tampoco entran en los juegos de la prensa. No entran en confirmaciones ni desmentidos. Mantienen un perfil bajo con todo lo que se cuenta de Zarzuela.

Un amor mutuo que, sin embargo, no ha sido muy común en la familia. Juan Carlos y Sofía nunca se quisieron. Su enlace matrimonial fue por conveniencia y las infidelidades del emérito no se pueden contar.

El desamor es el leit motive en la casa real

Asimismo, la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin están a unas pocas semanas de firmar el divorcio después de el ex jugador de balonmano fue pillado con Ainhoa Armentia. Y todo ello sin olvidar el ‘cese de la convivencia’ de la infanta Elena y Jaime de Marichalar.

Aun así, no ha sido fácil para Felipe y Letizia mantener la cordialidad. Los asuntos familiares han sido motivo de polémica en la pareja. Por ejemplo, las numerosas discusiones que tuvieron cuando Iñaki Urdangarin fue acusado de llevarse dinero público en Mallorca en el caso Nóos. O cuando Felipe ‘exilió’ a su padre Juan Carlos a Abu Dabi.

Pero no todas las discusiones han tenido que ver con la familia. Entre Felipe y Letizia también ha habido episodios de celos. Por ejemplo, el que tiene como protagonista a Joaquín Sabina.

Felipe y Letizia efe
Felipe y Letizia EFE

Ataque de celos de Felipe VI

Justo antes de casarse, Letizia le pidió a Felipe mover hilos para conocer al cantante. Sabina siempre fue uno de los preferidos de Letizia. Sobre todo cuando se declaraba republicano. Y estaba loca por compartir una velada con el artista.

Dicho y hecho. Felipe concertó  una cena con Joaquín en su casa. Un encuentro que se alargó hasta las cuatro de la madrugada en el que se produjeron algunas escenas subidas de tono, la mayoría guardadas bajo llave durante mucho tiempo.

Joaquín Sabina efe
Joaquín Sabina EFE

Fue Jaime Peñafiel, cronista especializado en la casa real, quien reveló la escena más polémica. Resulta que Joaquín Sabina sacó a bailar a Letizia. Un gesto que molestó a Felipe, desatando los celos del Jefe de Estado. “Se quedó un poco sorprendido y muy cortado cuando Sabina le pisó la oportunidad de ser él quien bailara con su prometida el tema compuesto para el día de la boda”, explicó Peñafiel en su libro. Y hubo más: “¡Oye, Felipe, saca a bailar a mi novia que le está dando un enorme ataque de cuernos!”, dijo Sabina al rey.

“Le sentó fatal. Desde entonces ya no soy bien visto en palacio”, revelaba el artista. Aunque la tensión generada no fue solo por el gesto de Sabina con Letizia, sino con un detalle antimonárquico. “A Felipe lo que le desagradó fue que no quitase la bandera republicana de la mesa ni para cenar”, confesó Sabina a Peñafiel. Algo que, por cierto, a Letizia nunca le importó.