Javier Castillón, Diego Arrabal, Maica Vasco… numerosas fuentes especializadas en la casa real han destapado un escándalo en los últimos días que, si bien probablemente acabará en nada, también es cierto que podría acabar siendo una bomba de proporciones épicas.
La información en cuestión se refiere a las grabaciones que ha encontrado la UCO que contienen conversaciones entre la reina Letizia y Pedro Sánchez. En ellas, según Castillón, “ella le pide asesoramiento a él para hacer algún tipo de inversión en República Dominicana. La inversión en Dominicana era el objetivo inicial en esas llamadas entre uno y otro. Conversaciones que se producen en más de una ocasión”.

Letizia echa al CNI de la Zarzuela
Dado el contenido delicado de las cintas, explica Castillón que la UCO se las traslada al Centro Nacional de Inteligencia, y que estos, “para parar el golpe”, se desplazan a la Zarzuela para interrogar a la reina Letizia. Y lo que se encuentran allí es la peor cara de la consorte. “Me cuentan que les recibió a voces, de manera despectiva y que les echó de Zarzuela de malos modos”, revela.
Al margen de que este episodio puede terminar muy mal para Letizia y Pedro Sánchez, llama la atención que al rey Felipe apenas se le menciona en todo este asunto. El monarca se estaría marcando una infanta Cristina con aquello de que no sabía lo que estaba haciendo su marido, Iñaki Urdangarin, en el caso Nóos. Silencio absoluto por parte de Felipe, que se habría desmarcado de todo ante el CNI y apartándose de Letizia para salir limpio de esta investigación. Algo lógico si realmente no tiene nada que ver.
Felipe VI se desmarca del escándalo que señala a la reina Letizia
Castillón precisamente se refiere a que “el jefe del Estado mira hacia otro lado cuando hay casos de corrupción o cuando le atropella Sánchez, que es casi a diario, por cuestiones que no sabemos, pero que empezamos a intuir”.

Estas cuestiones, tal y como apunta el periodista, podrían tener que ver con la obsesión del Presidente del Gobierno de acabar con la monarquía. En este sentido, Castillón asegura que hay una versión que apunta a que “quien haya filtrado que estas conversaciones lleguen a la UCO sea el propio Sánchez” con el objetivo de “sacar a Casa Real en un escándalo más, distraer la atención sobre sus casos de corrupción o incluso acabar con la monarquía de este país, que como se sabe, es una de sus obsesiones y de sus socios de Gobierno”. Es decir, de “atropellar al rey”. Y a sabiendas de ello, Felipe habría decidido desmarcarse.