Los amigos de Felipe VI siempre le han considerado un calzonazos. Aunque es el rey de España y Letizia la reina consorte, siempre ha sido ella quien ha tomado todas las decisiones, el monarca solo las ejecuta. La reina nunca ha tenido una buena relación con sus suegros, ni tampoco con la familia de su marido, por este motivo ha esperado el momento perfecto para expulsarlos de su vida. Ahora mismo la relación con todos ellos es totalmente nula. Con las polémicas de Juan Carlos y el caso Nóos, la madre de Leonor y Sofía obligó a Felipe VI a abdicar a su padre. También eliminó a toda la familia de sus funciones dentro de la institución y dejaron de percibir un sueldo de los Presupuestos Generales del Estado. La única que se mantuvo al frente de la corona fue la reina Sofía como emérita. Ha ayudado a su hijo en todo lo que ha necesitado, a pesar de las humillaciones.
Entre la reina Sofía y Letizia siempre ha existido una cierta rivalidad. Una no quiere dejar la corona, la otra quiere hacerle entender que ahora la reina es ella. Tienen caracteres muy distintos. Sin embargo, a la emérita siempre se la ha considerado la víctima de Juan Carlos, y por alguna razón su imagen es intachable. Por ello se la ha mantenido en Casa Real. No obstante, con la mayoría de edad de Leonor las cosas van a cambiar. La princesa se encargará de mayores actos institucionales y lo hará en solitario. Así que la presencia de Sofía será totalmente innecesaria. A sus casi 85 años se cree que es momento de hablar de su jubilación. Felipe VI ya se habría reunido con ella para anunciar su retirada. En las próximas semanas se haría oficial el anuncio, no obstante se le hará un homenaje a la altura de sus casi 50 años de reinado.
Las infantas Elena y Cristina protegen a la reina Sofía en su momento más delicado
La reina Sofía atraviesa uno de sus peores momentos. Se ha percatado de su edad, sabe que es muy mayor y que su final está muy cerca. Además, ella pensaba morir con las botas puestas, pero ya no es la de antes y no puede darlo todo por la corona. Ha llegado el momento de descansar. Otro de los problemas es la delicada salud de su hermana pequeña, Irene, quien padece Alzheimer. Además, tampoco soporta ver a la familia totalmente rota en dos bandos claramente diferenciados. Su sueño es verles de nuevo juntos, esto podría suceder en el cumpleaños de Leonor, pero no trascenderá ninguna fotografía.
Las infantas Elena y Cristina han estado siempre al lado de Juan Carlos y Sofía, y no les ha importado en ningún momento cantarle las cuarenta a su hermano por las humillaciones constantes a las que somete a sus padres. Debería caérsele la cara de vergüenza después de ver a la emérita totalmente hundida y llorando en su último acto institucional.
