Felipe visita Catalunya donde desde que no gobiernan los independentistas se encuentra como en casa. Recibido en Figueres para celebrar los 50 años del Museo Dalí, ha sido saludado por el president Illa y por el ministro catalán de Pedro Sánchez, el exalcalde de Barcelona Jordi Hereu. Más extraño es que en las fotos aparezca el monarca con banderas españolas en los balcones ubicados ante el Teatro-Museo de la capital ampurdanesa. Unas rojigualdas estratégicamente colocadas para que no quede ni rastro no ya de esteladas sino de una bandera catalana, la senyera. Nada. Felipe visita España según Casa Real. El único detalle que se ha permitido para complacer a los catalanes es escribir en el libro de honor de los visitantes ilustres un párrafo largo en castellano y acabar con una frase en catalán de cinco palabras. Y Felipe, a quien llaman irónicamente 'el preparado', ha conseguido el récord de hacer una falta de ortografía en una oración brevísima:
El Rey firma en el libro de honor del Teatro-Museo Dalí de Figueres (Girona), con motivo del 50º aniversario de su inauguración.
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) September 25, 2024
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Felipe escribe de su puño y letra una frase entre dos signos de exclamación y en catalán una oración tan breve no permite el signo inicial de exclamación, solo tendría que escribir el signo de exclamación al final: Como sabe cualquier estudiante de Primaria, en los textos escritos solo se pone el signo exclamativo de apertura cuando la oración es larga y compleja o cuando la exclamación solo afecta a una parte de la oración. No es el caso, Felipe exclama las dos partes, el Felicitats y el Per molts anys, por lo tanto, suspendería el examen de catalán de un niño. Como el CIS suspendía su valoración hasta que dejaron de preguntar. La prueba de su ignorancia quedará por escrtio para siempre en el libro de visitas del Museo Dalí.. Lo que resulta surrealista es tener rey.



En el interior Felipe ha saludado a su hermana Cristina, que tiene cargo en el patronato del Museo. Entre la infanta "catalana", las banderas de atrezzo, la máxima autoridad del país recibiendo al monarca en una visita cultural y Felipe haciendo ver que cguiña el ojo a los catalanes por 5 palabras (mal) escritas en catalán, parece que falta mucho para la "reconciliación", de la que ahora habla Juan Carlos, entre Felipe y Catalunya. Habrá que esperar a que reine Leonor. A Felipe visitar Catalunya le cuesta siempre un disgusto, tiene mala suerte. Esta vez ha coincidido en el tiempo con la publicación de las fotos de su padre comiéndose la boca con una vedette cuando Juan Carlos y Sofía fingían estar casados y enamorados. A Felipe se le ha atragantado la flaona, el dulce típico de Figueres.