Una de las razones por las que interesa a Familia Real es por el concepto familia. Son personas con poder público unidas por un vínculo consanguíneo que lo justifica todo. Y en la segunda década del s. XXI cuesta tragarlo si no es visto como un culebrón. La temporada de los Borbones ha llegado al clímax, con el hijo echando de casa el padre y la familia rota por la mitad. ¿Quién va con quién? La cronista real Pilar Eyre lo tiene claro con un monosílabo:
— Pilar Eyre (@pilareyre) 18 de marzo de 2020
Team Juan Carlos: su esposa Sofía y sus hijas Elena y Cristina. Team Felipe: Letizia y las hijas Lenor y Sofía. Que Juan Carlos conserve apoyos familiares se explica por el dinero. El rey emérito ha seguido manteniendo a sus hijas y nietos con su inmensa fortuna acumulada en paraísos fiscales, millones que ha reconocido su hijo. La educación de los 6 nietos, Froilán, Victoria y los cuatro Urdangarines, la paga el abuelo materno de los adolescentes y adultos. Froilán ya tiene 21 años pero sigue viviendo del abuelo.
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Lo más sorprendente es que la señora que lleva los cuernos más altos de España, la reina Sofía, siga dando apoyo al marido. Sofía mantiene la asignación de dinero público a cargo de los impuestos para representar la Corona en diferentes actos. A los 82 años podría tener un gesto de dignidad y divorciars, conservaría el estatus de madre del rey, pero lo último que ha hecho es lucir el anillo de prometida cuando se supo que el marido tenía millones en paraísos fiscales.
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Es el célebre anillo de compromiso que su marido le arrojó al vuelo, como un frisbee a un perro, cuando le pidió para casarse: "Compuesto por un aro de oro y dos rubíes redondos, unidos por un diamante talla baguette y que fue entregado lanzándoselo al grito de "Sofi, cógelo" hace casi seis décadas" (Vanitatis). Sofía aguantará el matrimonio como sea. Puede preguntar a su hija Cristina cómo son las visitas vis a vis en la cárcel.