Estefanía de Mónaco, conocida en su juventud como la "princesa de oro", ha vivido una vida amorosa llena de pasión y escándalos. Aunque su imagen pública estaba marcada por su belleza y su relación con numerosos amantes, la realidad detrás de los titulares era mucho más compleja y, a menudo, dolorosa, dado que detrás de la imagen de la princesa festiva se ocultaba una triste realidad: la mayoría de sus amantes la traicionaron públicamente.

En 1981, Estefanía de Mónaco, con tan solo 17 años, conoció a Urbano Riario Sforza Barberini Colonna, un príncipe italiano cuatro años mayor que ella. Este encuentro marcó el comienzo de una intensa relación amorosa que se mantuvo en secreto durante un tiempo. Urbano y Estefanía eran inseparables y se escapaban juntos, a veces incluso del colegio y del Palacio Real para encontrarse en la discoteca Jimmy'z. Finalmente, la joven princesa se escapaba tanto que terminó siendo expulsada del Collège Saint-Dominique. Sus padres, Rainiero y Grace Kelly, querían descubrir quién estaba detrás de las constantes fugas de su hija e incluso intentaron resolver la situación invitando al príncipe italiano a su casa en los Alpes.

La traición pública de Urbano Riario Sforza

Sin embargo, los verdaderos encuentros de la joven pareja tenían lugar en un apartamento parisino en Saint-Germain-des-Prés los fines de semana. Fue allí donde se convirtieron en amantes. Aunque la relación entre Estefanía y Urbano Riario duró solo unos meses, la traición se hizo pública cuando el príncipe italiano concedió una entrevista a la prensa italiana después de la ruptura. En detalle, describió sus encuentros íntimos en el apartamento parisino a la luz de las velas, exponiendo la relación ante el escrutinio público, resultando en una profunda vergüenza para la princesa más joven de Mónaco.

Como era de esperarse, la entrevista de Urbano causó un gran revuelo y dejó a la joven princesa en una situación incómoda frente a sus padres y sus hermanos mayores, Carolina y Alberto de Mónaco. De hecho, para Grace Kelly, esta traición supuso una nueva crisis de imagen que debió gestionar. Su hija Estefanía, que aún no había alcanzado la mayoría de edad, experimentó por primera vez la traición pública de un amante.

Una juventud llena de escándalos

La relación con Urbano Riario fue solo el comienzo de una serie de escándalos amorosos en la vida de Estefanía. Su primer marido, Daniel Ducruet, la traicionó de manera notoria al ser fotografiado con una stripper en una piscina, lo que desencadenó su divorcio y la llevó a asumir el rol de madre soltera de dos hijos.

Estefanía se convirtió en blanco constante de los medios, que no dejaban de seguir sus romances y desventuras amorosas. Sin embargo, con el paso de los años, la princesa ha logrado dejar atrás esos turbulentos episodios de escándalos públicos y relaciones tormentosas. Incluso sus hijos han demostrado una notable discreción en comparación con los estándares de la realeza. Hoy en día, es difícil imaginar a la princesa Estefanía envuelta en los titulares de la prensa rosa. Con la promesa de convertirse en una abuela cariñosa en Mónaco, Estefanía de Mónaco parece haber dejado atrás aquellos amores traicioneros de su juventud, afrontando el futuro con la esperanza de una vida tranquila y llena de amor familiar.