En la historia reciente de la monarquía británica, las acciones de Harry y Meghan Markle han capturado la atención del mundo entero, pasando de ser figuras prominentes de la realeza a protagonistas de un drama que combina escándalos, decisiones audaces y un nuevo capítulo en California. Su camino no ha sido lineal, y cada movimiento parece estar cuidadosamente calculado para definir su futuro y su imagen pública.
Todo comenzó con la renuncia del príncipe Harry y Meghan a sus roles oficiales en la familia real en 2020. La decisión, que sorprendió a muchos, fue motivada por el deseo de buscar mayor libertad y autenticidad lejos de las estrictas reglas de Buckingham. Sin embargo, esta elección no estuvo exenta de controversia. La pareja enfrentó críticas y cuestionamientos sobre sus motivos y las posibles repercusiones para la institución que dejaron atrás.

Uno de los momentos más polémicos fueron las memorias del príncipe, En la sombra, donde reveló detalles íntimos y, en algunos casos, polémicos sobre su vida en la familia real. Señaló la falta de apoyo y de las presiones que sufrió, lo que generó un debate sobre la salud mental y la transparencia en la monarquía. Aunque buscó expresar su visión personal, también avivó las llamas de un escándalo que aún resuena en la opinión pública. Y vuelve a resonar con fuerza luego de nuevos acontecimientos.
Así es como Harry y Meghan se mantienen relevantes
Lo cierto es que la monarquía británica continúa experimentando sacudidas por las observaciones que hace el hijo menor de Lady Di. Una reciente aparición durante una entrevista con la BBC despertó diversas opiniones entre la ciudadanía. Y es que el duque explicó que no podría llevar a su familia a Reino Unido por la decisión judicial que establece que los fondos públicos no pagarán por un equipo de seguridad. Denunciando, a su vez, un complot del grupo de poder del gobierno y la falta de transparencia. Con lo que muchos se pronunciaron exigiendo que se les retire los títulos reales a la pareja.

Otro punto resaltante de esta entrevista se tradujo en molestia e indignación para el rey Carlos III, pues su hijo se refirió a su salud en los siguientes términos: “no sé cuánto tiempo le queda”. Una afirmación que se consideró fuera de lugar en unos momentos en que el monarca batalla contra el cáncer. Al mismo tiempo, se cree que no se debían ventilar estas palabras tan polémicas en medios públicos.
En medio de esta tormenta, no se puede negar que, en Estados Unidos, los Sussex logran proyectar una imagen de pareja moderna y comprometida con causas sociales, denotando un cierto idilio californiano que contrasta con las turbulencias en Londres. Es por ello que Markle publicó una imagen cercana del royal con la pequeña Lilibet sobre los hombros y Archie tomado de la mano mientras caminan en su jardín en Montecito.
Harry y Meghan aprovecharon su plataforma para hablar de temas como la salud mental, la igualdad y la justicia social, ganando apoyo en diversos sectores. La estrategia parece ser clara: consolidar su nuevo estilo de vida y mantener su influencia en el escenario global.