La infanta Sofía celebra este lunes 29 de abril su 12 cumpleaños. A la sombra de su hermana, la princesa Leonor, la hija pequeña de Felipe y Letizia vivirá un aniversario agridulce: estará feliz por soplar velas, pero faltará alguien primordial para ella, su madre. Después de unos años en que a menudo han invitado a compañeros de escuela y donde han celebrado este día, como mínimo, los cuatro miembros de la Familia Real, esta vez la visita de la reina a Mozambique para conocer de primera mano la tarea de la Agencia Española de Cooperación evitará que madre e hija puedan celebrar juntas esta fecha.
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Sin Letizia, su padre sí que estará, que por cierto, hoy no tenía ningún compromiso en su agenda. Veremos si recuperado de la sacudida que han significado las elecciones para el PP. La que también es muy probable que falte sea la madre del rey y abuela de la homenajeada. La reina Sofía, a quien precisamente sustituye Letizia en su viaje al país africano, tampoco parece que esté presente cuando la infanta sople las velas. La reina emérita ya se perdió hace unos días la misa de homenaje por sus padres, los reyes Pablo y Federica de Grecia, que cada año se celebra en Tatoi. Por eso parece dispuesta a no perderse por nada del mundo la Pascua Ortodoxa, que se celebra estos días en su país de nacimiento.
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Ni la madre ni la abuela estarán, pues, al lado de la pequeña Borbón. Pero para acabar de rizar el rizo, la reina Letizia, quizás por aquello de quererle dar el mismo protagonismo a cada una de sus dos hijas, ha querido enviar un mensaje subliminal... a su hija mayor Leonor y a la opinión pública, hoy que todo el mundo se acuerda de la hija pequeña. Tal como informa la revista Look, la reina ha visitado este lunes el Centro De Salud e Investigación de Manhiça. Después ha ido hacia el palacio Ponta Velmeha donde ha sido recibida por el presidente de Mozambique, Filipe Nyussi, y su mujer, que han ofrecido una comida, en su honor.
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Para la cita, Letizia ha escogido una pieza azul combinada con zapatos Carolina Herrera y un bolso de mano con detalle print animal. Pero por encima de todo, destacaba lo que llevaba la reina en las orejas: unos pendientes de oro blanco y brillantes. ¿Qué tienen de especiales? Que se los regaló la casa Bvlgari con motivo del nacimiento... de la princesa Leonor. Un guiño a su hija mayor el día que la hija pequeña es la protagonista. Curioso regalo.