"Voy a divorciarme. He dejado de quererle". La bomba informativa la soltaba la infanta Cristina y su entorno más próximo en una nueva exclusiva de la revista Lecturas, después de la publicación de las fotos de Iñaki Urdangarin con Ainhoa Armentia. No hay posibilidad de reconciliación, Cristina está hasta el gorro de su todavía marido y ha decidido partir peras de manera irrevocable. Se Nóos rompió el amor de tanto usarlo. Lo que durante el juicio era un No me acuerdo tras otro, ahora se ha transformado en un No quiero volver a acordarme de ti. La hermana del rey ha dicho que ya basta de esta canción y no piensa abrir ninguna puerta a la esperanza de continuar con su matrimonio, que ha tocado fondo: "Yo no he fallado. Respeto la institución del matrimonio, llevo el anillo desde hace casi veinticinco años y lo voy a seguir llevando hasta que me divorcie, ¡quiero que el mundo sepa que yo no tengo nada de qué avergonzarme!”. Su intención es divorciarse de Iñaki Urdangarín ya que no va a perdonar su traición ¡por fin ha dejado de amarle! Y le gustaría que se supiera públicamente: “no va a haber reconciliación”.
Cristina sigue llevando el anillo de casada en su dedo, ya veremos durante cuánto tiempo. Pero parece que este pequeño objeto será lo único que de momento, lucirá en sus comparecencias públicas, porque cualquier otro objeto que pueda remitir a su matrimonio con Iñaki Urdangarin ha pasado a mejor vida y quedará encerrado a cal y canto en un baúl y lanzará la llave al mar. Pero son muchos los que se preguntan qué se hará de otros (exclusivos) objetos que ha llevado la infanta, y que la unen con su todavía marido. Lo que un medio como Look denomina "las joyas prohibidas". ¿Cuáles? Según el medio, algunas de las que pertenecían al lote de "'joyas de pasar' designado por la Reina Victoria Eugenia con el objetivo de que se fueran transmitiendo de reina a reina y quedaran siempre en el joyero de la institución". Ahora, estas piezas son de uso exclusivo de la reina Letizia, como reina consorte, pero en la etapa de la reina Sofía, se permitieron algunas licencias.
Boda de Cristina e Iñaki Urdangarin / GTRES
Hablamos, por ejemplo, de la Tiara Cartier o la Rusa. O de otras piezas exclusivísimas que lució la infanta Cristina en sus días de amor con Urdangarin. En el día de su boda, la entonces duquesa de Palma lució la Tiara Floral que Franco le regaló a la Reina Sofía por su compromiso, pero también los pendientes de chatones que, según Victoria Eugenia, eran de uso exclusivo de la reina titular. Este ha sido el día que más ha llamado la atención. ¿Qué se ha hecho de esta tiara? ¿La tendrá en casa y la mirará de vez en cuando con nostalgia recordando tiempos pasados? ¿La venderá para poder seguir pasándole una pensión a Iñaki una vez divorciados? Chi lo sa. Tampoco se sabe qué se ha hecho de la tiara Cartier que llevó en la boda de Victoria de Suecia, mientras que su madre Sofía, a quien le tocaba, en teoría, lucirla, optó por un modelo mucho más discreto, la tiara Melleiro.
La infanta Cristina con la tiara Cartier / GTRES
¿Dónde irán a parar las joyas de pasar? Lo que ya ha pasado de largo es cualquier opción de reconciliación entre Cristina e Iñaki.