Menos de una semana para que Leonor por fin abandone la fragata Blas de Lezo para volverse a embarcar en el buque escuela Juan Sebastián Elcano. Llegó el pasado 14 de junio, pero el 3 de julio se reincorporará con sus compañeros guardiamarinas para finalizar esta formación con la Armada, la más exigente hasta la fecha. Ha sido un año muy largo y complicado con su aventura en alta mar. La hermana de Sofía ha acabado un poco harta de esta formación militar y lo malo es que tan solo tendrá un mes de vacaciones, ya que no acabará hasta el 14 de julio y empezará a finales de agosto la formación con el ejército de aire en Murcia.

Leonor sufrió fuertes mareos y vómitos los primeros días a bordo del buque escuela. Aunque recibió tres meses de instrucción, sus compañeros estuvieron tres años, la princesa nunca había ido en un barco de esas características y luchando contra las condiciones climatológicas. Estuvo tres semanas sin poner un pie en tierra, totalmente incomunicada. Suerte que ahora se ha librado del regreso de Nueva York a España, otras tres semanas, las que ella ha pasado en Canarias y Ceuta con el Blas de Lezo.
Leonor quiere terminar la formación militar con la Armada
Pensaba que la convivencia en el Blas de Lezo iba a ser algo más tranquila, pero aquí ha sido una auténtica pesadilla. La princesa está agotada, exhausta, pensando en cuando finalizará este infierno. Según sus compañeros así se refiere a esta formación tan dura, exigente y cargada de disciplina.
Los compañeros del Blas de Lezo ya han denunciado un trato de favor a la princesa en esta formación, como ya hicieron en Zaragoza o en Marín. Aunque Felipe VI y Letizia pidieron que no se haga ninguna diferenciación, lo que es evidente es que la hermana de Sofía no está al nivel del resto de compañeros. No está en plena forma física y esta guerra no está hecha para ella. Por este motivo siempre busca alguna excusa para ausentarse de los ejercicio, prefiere quedarse con las tareas de mantenimiento, clases o vigilancia. Le tocó disparar la semana pasada y casi tiene un disgusto con el arma, tuvieron que ayudarla. Se busca excusas muy vergonzosas para no poder ir al entrenamiento.
