Hoy es viernes. ¿Y saben qué pasa los viernes en EN Blau? Que es Royal Friday, el día de las noticias de la realeza y la aristocracia europea. Hoy hemos hablado mucho de los Borbones y de Carlos III de Inglaterra -cuya coronación está cada vez más cerca, solo quedan ocho días-, por lo que vamos a pasar al siguiente (y último) capítulo del Royal Friday. Nos vamos a Mónaco y no precisamente para hablar de un asunto de actualidad. Ya sabemos que hace unos días Charlène de Mónaco se tiró al agua patos sin bañador y sin bikini en una piscina. Se lanzó con ropa. Ahora es, de nuevo, el turno de Charlène, pero para ello hay que remontarnos al año 2016, cuando aún no existía EN Blau.
La cuestión es que Charlène fue noticia en el susodicho año debido a que se convirtió en una de las mujeres privilegiadas de la iglesia católica. Su boda con Alberto II de Mónaco la transformó en princesa consorte del Principado de Mónaco, por lo que, años después, obtuvo un privilegio que el Papa Francisco solo da a las royals europeas. Pero no a todas: solo hay seis personas beneficiadas por Su Santidad, el jefe máximo del Vaticano. Este privilegio consiste en que, cuando convoca a una de estas seis mujeres a reunirse con él, ellas lo pueden hacer de blanco. En caso contrario, es decir, en caso de que la mujer convocada no esté en esta lista, tiene que ir obligatoriamente de negro si quiere que el Papa de Roma le abra las puertas para recibirla en audiencia.
Estas seis mujeres son la Gran Duquesa de Luxemburgo María Teresa, la reina Paola de Bélgica, la reina Matilde de Bélgica, Doña Letizia y Doña Sofía... ¡y Charlène! De hecho, Charlène ha sido de las únicas personas en el mundo que ha logrado reunirse con el Papa de negro y de blanco. En 2016 fue cuando el Vaticano la convocó para reunirse con su máxima autoridad. Tal y como reza la página de Wikipedia, para entender mejor qué es esto del "privilegio de blanco", cabe recordar que "el protocolo formal vaticano para las audiencias papales exigía que las mujeres utilizaran un vestido negro sin ningún escote, mangas que cubran los brazos, falda por debajo de la rodilla y una mantilla". Afortunadamente, el protocolo no es tan rígido ahora, pero para reunirse con el Papa hay que mantener unos modales. Solo faltaría... y Charlène los mantuvo, tanto de negro como de blanco. Porque Charlène Lynette Wittstock es despampanante.
La Reina Sofía, protagonista
Las últimas celebridades aristocráticas que han acudido a las audiencias papales en el Vaticano de color blanco son todas royals, obviamente. Desde el año 2018 que una mujer de la realeza no hace uso de esta indumentaria conocida como "privilegio de blanco"; pero si queremos recordar las dos últimas ocasiones en las que el Papa tuvo un encuentro papal con una mujer de blanco fue con la misma. Y a esta la conocemos muy bien: la reina emérita Sofía. Fue en 2016 y en 2018 cuando la mujer de Juan Carlos I acudió al Vaticano haciendo uso de este privilegio único que solo pueden usar seis mujeres en el mundo que pertenecen a cuatro monarquías diferentes. Cuatro monarquías católicas como España, Bélgica, Mónaco y Luxemburgo. Al Papa lo que es del Papa.
