Últimamente, muchas mujeres de la realeza europea están pasando por momentos complicados. Mette-Marit, la mujer del príncipe Haakon de Noruega, vive preocupada por las 32 acusaciones de la fiscalía a su hijo Marius Borg y el escándalo de la gravedad de estas acusaciones en la casa real noruega. Y ahora, ha sido otra princesa, Charlène de Mónaco, quien ha puesto la carne de gallina a los ciudadanos del principado con su testimonio.

Charlène de Mónaco IG
Charlène de Mónaco IG

La mujer de Alberto de Mónaco ha abierto sus recuerdos de infancia por primera vez para confesar un hecho trágico que no ha olvidado nunca ni se ha podido quitar de la cabeza. Una tragedia que todavía ahora permanece en su cabeza y que la deja profundamente abatida. La princesa ha concedido una entrevista al diario 'Ouest-France' donde ha revelado por primera vez qué pasó en su entorno familiar cuando ella era solo una niña. Unos hechos tristes que pesan encima de las cabezas de su familia, una muerte que tuvo lugar hace más de tres décadas y que todavía conmociona a los Wittstock.

Charlène de Mónaco IG3
Charlène de Mónaco IG

Ella misma ha explicado que cuando era pequeña, falleció su primo, y la manera como pasó la tragedia pone los pelos de punta: "Es un tema que me conmueve profundamente. De niña, mi primo Richard se ahogó en un río. Tenía solo cinco años. Fue devastador para toda la familia. Creo que este tipo de dolor nunca desaparece del todo". A Charlène de Mónaco se la conoce como la princesa triste, pero hasta ahora todo el mundo desconocía que parte de esta tristeza le viene de estos hechos luctuosos de cuando era pequeña. Unos hechos que marcaron su vida. Y es que después de la muerte de su primo, la mujer de Alberto de Mónaco decidió aprender a nadar a la perfección,  profesionalizarse en esta disciplina y ganarse la vida en las piscinas. Una vida dedicada a la natación después de una desgracia que no habría querido vivir nunca.

Charlène de Mónaco, en su época como nadadora
Charlène de Mónaco, en su época como nadadora

Nadadora consumada, gracias a su talento se convirtió en una de las promesas de la natación en su Sudáfrica natal, llegando a competir en Juegos Olímpicos. Una vez colgó las botas, o el bañador en su caso, cuando conoció y se casó con Alberto, ha continuado muy atenta y con un ojo puesto en la natación. ¿De qué manera? Haciendo de altavoz para dar visibilidad a una de sus grandes preocupaciones, los ahogamientos de niños y gente joven, a raíz de lo que le pasó a su primo. Si miramos las cifras, estremece. Como indica Lecturas, "cada año, en España, fallecen en torno a 350 personas, aunque en 2025 el número podría ser superior; puesto que, al cerrar el mes de julio, los fallecidos ya ascendían a 303". 

Charlène de Mónaco, rodeada de niños a la piscina
Charlène de Mónaco, rodeada de niños en la piscina

¿Qué dice Charlène?: que "detrás de cada ahogamiento hay una familia devastada", ha dicho con voz afectada. Para ella, es primordial una buena educación y formación, ofreciendo recursos para que cualquier niño, sea cuál sea su situación y capacidad adquisitiva familiar, pueda tener acceso a clases y cursos escolares gratuitos, así como a campañas educativas: "Querría empezar expresando mis más sinceros pésames a todas las familias que han perdido un hijo o un ser querido. El dolor es inimaginable, y mis pensamientos están con cada uno de ellos en este momento de dolor". De hecho, hace pocos días un niño de once años se ahogó en un centro de deportes acuáticos: "Gran parte de estas tragedias se puede prevenir. Detrás de cada cifra, hay una historia que ha llegado al final, una familia devastada. El agua tiene que seguir siendo un lugar de alegría, no de duelo. Cuando sabes nadar, cuando conoces las normas de seguridad, reduces considerablemente el riesgo. No es una garantía absoluta, pero sí una protección poderosa".