El Mundial de Catar es el más criticado de la historia del fútbol. Aunque Xavi Hernández lo alabe por simplemente haber entrenado allí durante años, hay que decir que Catar es una asquerosa dictadura. Su jefe de estado, el actual jeque Tamim bin Hamad Al Thani, es un sátrapa, un energúmeno. Da miedo. Algunos datos son terroríficos, y os los explicamos al detalle a continuación. Normal que muchos jugadores se quejen que no quieren jugar un Mundial en esta autocracia que, por cierto, ha dejado morir a decenas y decenas de trabajadores en los estadios.

La cuestión es que uno de los temas que genera más controversia en torno a la figura del mandamás catarí es su facilidad por procrear. Al Thani tiene la friolera de trece hijos. Algo que no es de extrañar en este tipo de países arábigos. Pero lo peor no es esto: es que todos ellos son menores de edad y las peleas por disputarse la herencia del trono ya han empezado. Casado con tres mujeres diferentes, la ley de Catar obliga (sí, obliga) a que la primera de ellas sea una familiar del propio varón. Al Thani escogió aquél lema que se dice en catalán de "com més cosins més endins" (como más primos, más adentro) y se dio el "sí, quiero" con su prima segunda, Jawaher bint Hamad bin Suhaim Al Thani. Años después, el emir se casó con Al-Anoud bint Mana Al Hajri -con ella tuvo cinco hijos- y ya en 2014 contrajo matrimonio con Noora bint Hathal Al Dosari, su actual mujer. Lo fuerte es que ha seguido teniendo hijos con las anteriores mientras estaba con esta. Algo totalmente surrealista que es inexplicable en la Europa moderna de los derechos y las libertades.

Con todo esto, la ley catarí va más allá. A diferencia de las otras monarquías convencionales, el poder de designación del heredero cae exclusivamente sobre el emir. Él es el que tiene el deber de elegir a qué hijo suyo le da la llave del poder. Para más inri, esta decisión no se puede tomar hasta que el hijo al que le quiera dar la tutela de la monarquía tenga más de 18 años. De momento, ninguno de ellos es mayor de edad, así que el emir aún tiene tiempo para pensárselo bien. Una cosa está clara: todos querrán la herencia, aunque esta pueda ser como la de Cantora... envenenada. Dictatorial.

La fortuna del emir
La cantidad de dinero que amasa la monarquía de Catar no es medio normal. Si muchos se quejan por lo que dispone la Familia Real española, con lo de Qatar directamente se pegarían un tiro. Cuatro cientos cincuenta mil millones de dólares: 450.000.000.000$, muchos de ellos repartidos en múltiples inversiones en gigantes empresariales como el mismísimo Corte Inglés. Una cifra que pone los huevos de corbata y a la que, si le añadimos lo siguiente, es para flipar pepinillos. Y es que Al Thani es tan rico que tiene más de 4.000 propiedades en toda Inglaterra. Concretamente, en la capital, en Londres, tiene más propiedades él que toda la Casa Real británica. Muy fuerte.
“.. We in #Qatar will present an exceptional world cup in the Arab world, as we had promised..” - The Amir of Qatar, His Highness Sheikh #Tamim bin Hamad Al Thani @TamimBinHamad | #QatarWorldCup2022 (1-4-2022) #allisnow pic.twitter.com/DQNQVCqqKK
— هيثم أبو صالح (@Haitham_A_S) November 10, 2022