El próximo 12 de noviembre, la editorial Planeta lanzará Reconciliación, las esperadas memorias de Juan Carlos I. El rey emérito, que abdicó en 2014 y reside en Abu Dabi desde hace cinco años, repasa en sus páginas medio siglo de historia desde su proclamación. El libro ya genera expectación, pero también ha despertado un interés inesperado: Netflix quiere llevar su vida a la pantalla.
La plataforma de streaming, según publicó The Objective, ha iniciado negociaciones con los abogados del monarca. El objetivo: adaptar su vida al estilo de la británica The Crown. El proyecto contemplaba una serie de al menos seis capítulos, con reparto internacional, que abarcaría su reinado entre 1975 y 2014, incluyendo los episodios más polémicos.

Posible acuerdo entre Juan Carlos I y Netflix
La adaptación mostraría desde los logros políticos hasta los escándalos fiscales. Entre ellos, la donación saudí de 100 millones de dólares y las investigaciones que lo llevaron a regularizar su situación con Hacienda. En 2020, abonó 678.393 euros. Un año después, devolvió préstamos por 4,39 millones para saldar sus cuentas. Todo quedó documentado ante notario y revisado por la Fiscalía del Tribunal Supremo.
Según la información publicada por el medio, Netflix estaría dispuesto a pagar hasta 20 millones de euros por los derechos. Una cifra millonaria que, para el entorno del emérito, resultaba tentadora. Las conversaciones parecían avanzar, alimentadas por el reciente cierre de sus compromisos financieros. Según el portal, es cuestión de tiempo que se firmara el contrato.
Casa Real pone sobre aviso al rey emérito
Sin embargo, este acuerdo nunca se producirá. Las informaciones no han pasado desapercibidas en la Casa Real. Y aunque no tienen constancia de estas conversaciones, los altos cargos han puesto sobre aviso a Juan Carlos I: si se cierra algún tipo de acuerdo, no volverá a pisar España. Un golpe directo a uno de sus mayores deseos desde su exilio en 2020. Su anhelo de regresar a su tierra natal quedaría bloqueado para siempre.

La advertencia fue clara. Sus memorias ya generan suficiente incomodidad a la Corona. Un proyecto audiovisual de alcance global, capaz de destapar episodios delicados, supondría un riesgo inaceptable para la institución. Mostrar sus relaciones privadas, las polémicas financieras o los contactos internacionales podría erosionar la imagen de la monarquía en un momento ya complejo.
Ante esta presión, todo indica que la serie no se hará. Medios como ¡HOLA! ya informan que el proyecto ha quedado descartado. De momento, Juan Carlos I habría frenado cualquier avance. El dilema sigue latente: un contrato millonario con repercusión mundial o la posibilidad de volver a España. Y, por ahora, parece que habría elegido mantener la puerta abierta a su regreso.