El pasado miércoles la reina Letizia sopló 49 velas. Cumpleaños de la asturiana en petit comité, con su marido Felipe y su hija pequeña, la infanta Sofía, ya que la hija mayor sigue pasándolo bien en el internado de Gales, donde, según un texto esperpéntico de La Razón, se está poniendo "morada de ver tíos".
Quedaba la incógnita de qué le regalaron sus íntimos, lo que sí está claro es que no fue a celebrarlo con su grupo de amigas a comer croquetas en un restaurante del centro de Madrid. Pero la reina estuvo por la misma zona en familia, yendo a cenar a un restaurante que no es la primera vez que visitan, el Indian Aroma, un restaurante hindú en la calle Ventura de la Vega, en el madrileño barrio de Las Letras, que no es la primera vez que visitan.
Letizia, Felipe, la princesa Leonor y la infanta Sofía en el restaurante Indian Aroma de Madrid, el pasado marzo / @indian_aroma_madrid
Pequeño, acogedor, con pocas mesas, aquel día, además, había muy pocos clientes, no se sabe si porque limitaron las reservas aprovechando que recibían tan célebre visita. El caso es que Letizia, Felipe y Sofía fueron a degustar comida tradicional de la India, especialmente, cocina del norte del país, en un local donde el precio medio está de 30 euros, incluso, más asequible, con un menú degustación de 22 euros.
Entre la oferta gastronómica, el pollo al curry, los langostinos Masala, el arroz pulau, las samosas de pollo, aloo tikki o pakkora o el pandero Kadai, aunque para las vegetarianas como Letizia, también tienen el "vegetable samosa" o comida sin gluten para los celíacos. Uno de los camareros, Ajoy, ha asegurado al diario El Mundo que cuando los atendió, "tienen un trato muy amable y simpático con el personal". Incluso, si el plato va cargado de especias y picante. De hecho, el camarero les iba advirtiendo que "pica, pica", en relación a algunos platos.
Quizás por este hecho, la cara de Felipe era de pocos amigos, de aburrimiento o de estar pasando un momento complicado, según se puede ver por una furtiva imagen del monarca que un cliente del restaurante inmortalizó desde la distancia, donde se ve a Felipe mirando adelante con cara de mustio, todo lo contrario de la cara que tendría que hacer estando de celebración por el cumpleaños de su mujer.
El mismo cliente, instantes después, añadió que "Y después se levanto al baño y Antes de que se fueran felicitó a la reina que surrealista es la vida a veces". La otra vez que hay constancia de una visita real al establecimiento fue el pasado 21 de marzo, con motivo del Día de Padre, donde fueron los cuatro miembros de la familia.