Bárbara Rey está a punto de romper su silencio y crear un nuevo terremoto en Zarzuela. La vedette ha decidido adelantar sus memorias. Pensaba publicarlas el día que falleciese, pero finalmente verán la luz estando muy viva. Las fotografías que supuestamente su hijo Ángel Cristo filtró a los medios de comunicación, donde se veía a la artista con Juan Carlos I besándose apasionadamente en su casa, fueron el detonante. Unas imágenes que confirmaron aquella relación de la que tanto se habló durante décadas y humilló a la reina Sofía.
Los grandes protagonistas de estas páginas serán sus dos amores, Ángel Cristo y Juan Carlos I. Dos historias entrelazadas con mucho recorrido en las páginas del corazón. Y cuando parecía que la vedette había contado todo sobre su relación con el padre de Felipe VI, en sus más de 400 páginas aún tiene muchas cosas que aclarar. "Cosas referentes a mi hijo, a mi matrimonio… Pero lo que más me afectó fue la relación con el rey y el momento en que tomé la decisión de grabarle, porque esa actitud no iba conmigo”, explica cuando estaba escribiendo aquellas páginas.
“Fue él el que me empezó a llamar cuando yo tenía 27 años y, no solo no le conocía de nada, sino que no hubiera tenido posibilidad de llegar a él. Cuando no estaba en casa, él me dejaba mensajes en el contestador. En algunos de ellos contaba cosas delicadas, que podían ser peligrosas, como itinerarios, y yo siempre borraba las cintas, una actitud que hasta a él mismo le sorprendía. Sin embargo, un día me llevó a una situación extrema y le grabé”, recordaba la protagonista.
Juan Carlos I era dependiente de Bárbara Rey para escapar de la cárcel de su matrimonio con la reina Sofía
“Él necesitaba verme por sus ‘necesidades’, pero no por sentimientos. De hecho, su actitud conmigo fue la de siempre ante los problemas: quitárselos de en medio y no querer hablar más conmigo”, reconocía Bárbara Rey. Reconoce que le chantajeó pero nunca le dio 600 millones de pesetas. “He pedido dinero en ocasiones. Unos lo llamarán chantaje y otros negociación, pero no he recibido 600 millones de pesetas. Esa cantidad sale de las notas escritas por un señor con un pasado turbio en las que ni siquiera se me nombra. Ya me gustaría a mí saber dónde está ese dinero o quién se lo quedó”.
Juan Carlos I no era feliz en su matrimonio y Bárbara Rey se convirtió en una persona indispensable en su vida, como su terapeuta. Confió plenamente en ella porque estaba cegado por amor y le contaba todos sus problemas. La madre de Ángel y Sofía Cristo maneja mucha información sobre el emérito y por este motivo él nunca se ha atrevido a demandarla por más cosas que ha dicho en los medios de comunicación. Se siente en todo momento como en deuda. Laura Rodríguez confirma que de quien peor hablaba el emérito delante de ella era de Felipe VI, no tenía ninguna confianza en él como monarca.
