Juan Carlos I ha regresado a Sanxenxo, ahora mucho más descansado. El emérito ha conseguido su objetivo y ha abandonado Abu Dabi para instalarse en Portugal. Desde el pasado mes de julio estaría residiendo en la zona de Cascais, Lisboa. A tan solo una hora en avión de Madrid o a una hora en coche de la frontera. Un punto mucho más estratégico debido a su avanzada edad y sus problemas de movilidad. El padre de Felipe VI ha viajado esta semana a Galicia con la infanta Elena para entrenar con sus embarcaciones. El próximo 17 de septiembre viajarán a Nueva York para participar en el Campeonato del Mundo como casi todos los años. Una afición que padre e hija comparten, de hecho, este año la hermana del rey participaría con su propio barco y contra su padre.

Juan Carlos y Elena de regata
Juan Carlos y Elena de regata

El emérito está muy ilusionado con esta nueva oportunidad. Sin embargo, podría complicarse. Esta semana ha reunido a sus familiares y amigos en Sanxenxo para celebrar los 50 años de la monarquía en España, y le han visto entrenar, pero se han dado cuenta que cada vez necesita más ayuda. Juan Carlos I padece desde hace años serios problemas de movilidad.

Juan Carlos I deberá quedarse en una silla de ruedas 

El emérito ha sido operado en la última década más de una decena de veces de las rodillas y la cadera, sin mucho éxito. También se ha sometido a tratamientos basados en la medicina regenerativa con células madre y plaquetas. Pero los médicos ya le han anunciado que debería utilizar la silla de ruedas siempre, aunque él no quiere que se le vea como una persona dependiente. Siempre que aparece públicamente se apoya en su bastón y en el personal de seguridad que le acompaña. A sus 87 años, el marido de la reina Sofía tiene serios problemas, padece una artrosis severa que ha inmovilizado prácticamente su pierna izquierda.

Dentro de tres meses cumplirá los 88 años y los médicos ya han explicado a sus tres hijos que su estado de salud es delicado, es uno de los motivos principales por los que se ha decidido trasladarle a Portugal. Si muriese lejos de España sería una deshonra.

Por ahora, Juan Carlos I no atiende a razones y continúa con los planes previstos. Este fin de semana pondrá rumbo a Nueva York en compañía de la infanta Elena y las personas que le asisten.

Juan Carlos en Sanxenxo / Europa Press
Juan Carlos en Sanxenxo / Europa Press