La reaparición pública de la reina Letizia el lunes 6 de mayo fue impactante, con un atuendo inusual que incluía zapatillas. Se presentó así en el Teatro Real para un concierto del programa de actividades de los Premios Princesa de Girona, con una apariencia poco convencional. Este look sorprendente fue el resultado de una fractura en el pie derecho, sufrida días atrás en el Pabellón del Príncipe, residencia oficial de los reyes de España. Letizia se rompió la falange proximal del dedo central.

El accidente ha obligado a la reina Letizia a utilizar calzado ancho y plano para aliviar el dolor, según lo recomendado por los médicos de Casa Real. Aunque intentó resistir durante el 40 aniversario de la jura de bandera de Felipe VI y una comida con Leonor, la consorte se vio obligada a optar por zapatillas para sus apariciones públicas. Este contratiempo llega en un momento clave para la familia real, justo antes del 20.º aniversario de bodas de la pareja real, convirtiendo lo que debería ser una celebración en una fecha marcada por el dolor.

Ayuso Letizia Pilar Alegria EFE
Ayuso, Letizia y Pilar Alegria EFE

La reina Letizia descarga su furia con las estatuas del patrimonio histórico nacional de Zarzuela

Aunque se desconocen los detalles exactos del accidente, la experta en la casa real Maica Vasco especula sobre cómo pudo ocurrir. Sugiere que el dedo de Letizia pudo haber sufrido la fractura como resultado de un arrebato de furia, posiblemente desencadenado por un tweet de Jaime del Burgo. “El dedo de Letizia está hecho plastilina porque Letizia vio el tweet de Jaime del Burgo y le soltó, o eso creo yo, una soberana coz al primer mueble que vio”, apunta la cronista.

Vasco también revela que, en ocasiones anteriores, Letizia ha protagonizado episodios de impulsividad que incluso han dañado obras de arte en Zarzuela. La cronista menciona el libro de Jaime Peñafiel, que detalla los ataques de furia de Letizia y cómo algunos objetos valiosos, incluidas estatuas del patrimonio histórico nacional, han sufrido las consecuencias.

“Ya sabemos por el libro de Jaime Peñafiel que los ataques de furia y impulsividad de la reina Letizia son de padre y muy señor mío y alguna que otra estatua perteneciente al patrimonio histórico nacional todavía está en la UCI”, asegura Vasco. Estos incidentes reflejan una faceta poco conocida de la consorte, marcada por momentos de ira y comportamiento impulsivo que han dejado su huella en el entorno de Zarzuela.