Iñaki Urdangarin y Ainhoa Armentia están fortaleciendo su relación. Desde que el exduque de Palma firmó el divorcio con la infanta Cristina el pasado enero, han avanzado a pasos agigantados en su vínculo. Ambos esperaban este momento, sin apresurarse ni querer cometer errores. Ella ya se divorció hace dos años, lo que fue un proceso mucho más sencillo. El exjugador de balonmano no quería quedarse con las manos vacías tras haber pagado con la cárcel los desmanes de Juan Carlos. Prometió vengarse, y ahora vive con gran comodidad gracias a la corona, aunque se ha desvinculado por completo de la institución. Busca ser una persona totalmente anónima, alejada del foco mediático.
El exjugador y la abogada se han establecido en una casa dentro de una exclusiva urbanización en Vitoria. La propiedad es alquilada, pero tienen la opción de comprarla, y en este momento a Iñaki no le falta dinero. Recibió dos millones de euros como indemnización y 25.000 euros mensuales de por vida, según Juan Luis Galiacho. Los tortolitos viven con los hijos adolescentes de ella, mientras que Claire, que empieza a acercarse a la abogada, prefiere quedarse por ahora en su casa, Iñaki la visita constantemente, Ainhoa no tiene ningún problema en que viva con ellos. Hace una semana se celebró un almuerzo familiar en el que los hermanos del exjugador y su madre estuvieron con Ainhoa como una más, parece que la infanta Cristina ya es pasado en sus vidas. Pero no en la de sus cuatro hijos, lógicamente.
Los hijos de Ainhoa Armentia no pueden ver a Iñaki Urdangarin
Los hijos de la infanta Cristina conocieron a Ainhoa Armentia hace unos meses por obligación. Iñaki Urdangarin, harto de la situación, y en contra de la cláusula de divorcio que firmó con su exmujer, fue con la abogada de ‘tour’. La llevó a Madrid para conocer a Miguel, a Barcelona donde vio un partido de balonmano de Pablo, a Londres, donde reside hasta hoy, Juan, y a Camboya, donde Irene Urdangarin realizaba un voluntariado.
Sin embargo, a Irene no le hizo ninguna gracias que su padre apareciese por sorpresa en Camboya, no le había avisado, y menos que iba a venir acompañado. Le presentó a Ainhoa Armentia, y no le quedó más remedio que saludarla de forma cordial, aunque con muy mala cara. Esto provocó una fractura aún más grande entre padre e hija. Desde que se hizo pública la infidelidad y la ruptura con la infanta Cristina, apoya totalmente a su madre. La benjamina de la familia hace muchos desplantes a su padre y a Ainhoa Armenita, se habla de feos gestos como faltas de respeto.
