Letizia llegó a Zarzuela en 2003, era un secreto a voces que supieron guardar muy bien. Felipe se enamoró de la presentadora de informativos de TVE en una cena que organizó Pedro Erquicia, y que había orquestado él para conocerla. A Juan Carlos y Sofía no les hizo gracia la nueva pareja de su hijo, otra vez una plebeya, pero su historial era peor que las anteriores. El emérito iba a seguir la misma estrategia que con las otras para sepárales, la presión mediática y social. Ya había pedido a los medios de comunicación que sacasen a la luz noticias del pasado de la ahora reina para desmontarla.
La reina confió en Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina. Fueron los primeros en conocer el nuevo romance de Felipe, les prestaban su casa de Barcelona para sus encuentros íntimos. Letizia se hizo amiga del exduque de Palma y le confiaba informaciones de su pasado hasta que descubrió que era un infiltrado. El exjugador de balonmano facilitaba información a la prensa a través de otra persona. David Rocasolano, primo de la reina, fue quien publicó varias informaciones en una biografía no autorizada que Letizia no pudo frenar. Allí hablaba de los supuestos abortos de la mujer de Felipe VI.
Letizia fue totalmente sincera con Felipe VI antes de casarse y eso es algo que el entonces príncipe valoró de la futura madre de sus hijas. Por ello la ayudó a tapar esas informaciones. A Juan Carlos I no le gustó saber que la futura princesa había abortado.
Antes de mantener una relación con Felipe y después de romper con su amor de instituto, con quien se casó, Letizia mantuvo un romance breve con David Tejera. Cuatro meses antes de casarse con el príncipe abortó en la clínica Dator de Madrid. Pidió a su primo David que eliminase todas las pruebas para que no salpicase a la corona y pudiese casarse por la iglesia con el futuro rey.
Letizia tuvo dos abortos
Según el primo de Letizia, la reina pagó 240 euros por interrumpir su embarazo el día 27 de octubre de 2002. La factura del aborto le llegó al dueño de la editorial Foca, Ramón Akal, que insistió al primo de Letizia para que escribiera sobre el asunto.
"La voz de Felipe elevó mis niveles de atención", cuenta David en el libro. "Aún no andaba yo muy habituado a que un príncipe se dirigiera a mí. Ni en esos términos ni en ninguno. ‘Lo que quiero es que desaparezcan todos los papeles. Todos’", le habría dicho Letizia. David Rocasolano es quien quemó los expedientes tal y como se le ordenó para que no quedase ni rastro. “Si me habían elegido a mí para limpiar el rastro era porque no tenían a nadie más. Es decir, que Felipe no se había atrevido a encargárselo a alguien de su entorno porque temía que se le filtrara la información al rey. De todos es sabido que Juan Carlos y Sofía se opusieron frontalmente, desde el principio, a que Felipe se casara con una divorciada”, añade Rocasolano.
Pero no es el único aborto. Isidre Cunill desveló en su libro ‘Letizia Ortiz: una republicana en la Corte de Juan Carlos I’, la reina abortó en México por primera vez. Fue a principios de 1996, en su época de estudiante. La intervención se llevó a cabo en el hospital Médica Sur del Distrito Federal.