Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón llegan por fin a un acuerdo de divorcio satisfactorio para ambas partes, o por lo menos deciden poner punto y final a esta batalla legal sin fin. Tras más de dos años enfrentados habrían estampado ya su firma, el mejor regalo para estas fechas navideñas. El exduque de Palma ya puede empezar una nueva vida de cero al lado de Ainhoa Armentia. Tiene la ilusión de encontrar un nuevo trabajo y vivir en el anonimato. Según ‘El Cierre Digital’, un abogado de Barcelona estaría redactando un comunicado que vería la luz a principios de año y anunciaría la disolución definitiva del matrimonio.
Según el medio citado anteriormente, Iñaki Urdangarin ya recibió hace unas semanas un millón de euros de los dos millones acordados en concepto de indemnización por el libro que le ofrecieron escribir y al que renunció. Previsiblemente, el millón restante se le ingresará en un único pago cuando se anuncie el divorcio. Su sueldo de 6.000 euros que se firmó en las capitulaciones matrimoniales en caso de separación también habría aumentado a los 25.000 euros por divorcio. Sin embargo, ha perdido privilegios como su escolta o su acceso a lugares reales como Baqueira o Marivent.
Iñaki Urdangarin ha conseguido su propósito y ya disfruta de los primeros beneficios
Un acuerdo que ha tardado en llegar porque la infanta Cristina no estaba dispuesta a ceder a sus chantajes. Las exigencias de Iñaki eran demasiados elevadas, y eso que es Juan Carlos quien se hará cargo de todos los gastos. Finalmente ha sido el emérito y sus propios hijos los que han ejercido presión en la hermana de Felipe y Elena para que firme el divorcio y se olvide de esta historia.
Según Pilar Eyre, Juan Carlos le dijo a Cristina “Págale, hazlo por tus hijos, que no vaya ‘ese’ ahora con el cuento de la lágrima, pero también para que esté tranquilito, que no nos haga un príncipe Harry y se ponga a escribir sus memorias”.
Tal y como revela Juan Luis Galiacho, Juan, el hijo mayor de los Urdangarin, es el que ha defendido a su padre en este sentido, no tanto en la infidelidad a su madre. “El acuerdo empieza a fraguarse cuando el rey Juan Carlos va a Ginebra y se reúne con los hijos de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, entre los que se encuentra Juan Valentín, el primogénito, que es el que ha dicho que a su padre hay que pagarle por haber estado en la cárcel, por haberse comido cinco años de cárcel y que su padre merece una pensión para el resto de su vida”.