Aunque parezca mentira, en las redes no está todo inventado. Así lo demuestra la realidad de vez en cuando.
Un buen ejemplo es la nueva moda entre los adolescentes, que consiste ni más ni menos en hacerse fotos macabras y que cuanto más asco produzcan, mejor.
Una de sus máximos exponentes es Rani, una chica de 17 años que ya acumula cerca de 250.000 seguidores en Instagram gracias a sus fotos terroríficas.
La chica, que se dedica a vender maquillaje de este tipo, ha lanzado un concurso sorteando sus productos. ¿Qué hay que hacer para ganar? Fotos fantásticas relacionadas con la sangre o la oscuridad.
La respuesta en Instagram ha sido notoria, con muchísimas fotos -muchas de estas de chicas y chicos tan jóvenes como ella- donde salen con aspecto realmente macabro.
Originalidad no falta, y es que los jóvenes utilizan materiales de todo tipo (sangre, cortes... e incluso lápices o cepillos de dientes incrustados) para acabar de adornar sus rostros.
Para algunos son obras de arte, para otros, asco en estado puro. Pero en definitiva, una buena forma para los adolescentes que se quieren divertir y ganar seguidores en Instagram.