De todos los tabúes sobre homosexualidad que han ido hundiéndose, hay uno que todavía queda por caer: el de los gais en el mundo del fútbol de élite. El colectivo LGTB se afana desde hace años por conseguir que un futbolista en activo de primer nivel revele su condición de no heterosexual, pero ninguno ha osado. Ahora esta barrera podría haberse roto. Según la revista TV Notas, el mexicano Jonathan Dos Santos, que jugó al Barça de Guardiola y de Luis Enrique, habría anulado su boda con la blogguera española Marta Carriedo por ser bisexual.

marta carriedo @Marta Carriedo

Ella ha manifestado que han entrado "terceras personas" en la relación. A pesar de eso, la influencer no ha retirado las fotos de ambos juntos en sus redes sociales. Todo hace suponer que no renuncia a la publicidad que le supone la, ahora rota, relación con el excompañero de Xavi, Neymar o Messi que dejó el F.C.Barcelona para fichar por el Villarreal. Ahora juega a la liga norteamericana, en el equipo de Los Angeles Galaxy y esta semana lo han escogido entre el mejor once de la jornada.

dos santos xavi @jona2santos

La prensa mexicana ha sacado tajada de los rumores que unieron al joven Dos Santos, que ahora tiene 27 años, con un compañero de vestuario en la época del Villarreal. Fue hace dos temporadas cuando se publicó que Dos Santos era compañero sentimental del italiano Mateo Musacchio. Aquella relación nunca se llegó ni a confirmar ni desmentir.

dos santos golpeo @jona2santos

El diario mexicano especula que fue el propio padre del jugador quien lo habría empujado a casarse con una chica para poner punto y final a las especulaciones. Los hermanos Dos Santos le habrían dado apoyo, a pesar del conservador entorno a la familia mexicana del jugador, que llegó a ser recibido por el papa Francisco en Roma.

dos santos y francesc @jona2santos

Dos Santos no ha salido todavía a confirmar este outing en toda regla que le ha hecho la prensa de su país. El colectivo LGTB tendría que esperar que sus integrantes salgan del armario por voluntad propia y no a patadas. Incluso si son futbolistas.