La masía, casa rural aislada en el campo catalán, se configura según el clima, suelo, tipos de explotación y circunstancias sociológicas en que se desenvuelve la vida del payés. Es por lo tanto una construcción funcional sobre la que si prestamos atención, nos hará adivinar cuál fue su uso en tiempos pretéritos.
Explica la historia que la vida en la masía no se estabiliza hasta finales de la Edad Media, a causa de la inseguridad en el campo, no adquiriendo verdadera importancia hasta el siglo XVI, en que desaparece la organización feudal y el colono (masovero) puede independizarse, trabajar su tierra y construir su propia vivienda.
Hoy es fácil encontrar masías que, conservando su arquitectura original, tiene usos bien distintos para el que fueron ideadas. Una de ellas la que hemos encontrado en el Empordà, cerca de Pals, donde nos hemos desplazado este verano –temporada alta- para probar el restaurante-masía Sol Blanc. Con capacidad para 60 personas en su interior y 60 más en una agradable terraza de verano, es de parada obligada, sobre todo si te apetece un arroz brutal.
Carta atractiva, concisa, propositiva y de producto, sin refugio para el que va justo de presupuesto. Fuera del arroz, que merece mención aparte, destacamos platos como el fino y delicado Tartar de pescado de roca, la sabrosa y rústica coca de berenjena de chipirones y panceta o un Steak tartar sin inventos que preparan delante del comensal.
Tarta de pescado de roca
Coca de berenjena de champiñones y panceta
Steak tartar
Pero vamos al arroz, en concreto al Brutal, así le llaman y bien nombrado está. Arroz seco, cocinado y servido en lo que llaman una “llauna”, el mismo recipiente rectangular metálico con el que se sirven los caracoles, sobre el que esta semana (cada semana se le añade a esa base un ingrediente distinto) encontramos “rossinyols”, butifarra y unas cigalas hechas aparte y añadidas para decorar y deleitar. Arroz Brutal, que por sí solo merece la pena la visita.
Arroz Brutal
Unos postres de título goloso y no tan exactos como el arroz no son esta vez el colofón. Sí lo es la copita o el café que te puedes tomar en la terraza.
Xuxo de crema
Ensaimada de xocolates
Los niños podrán además visitar el huerto y las gallinas de la parte trasera de la masía, que los propietarios del restaurante, Jordi Ribas (cocinero) y su mujer Sonia (jefa de sala), cuidan con mimo y utilizan para personalizar los platos de su carta.
Porque el verano no es solo mar. Porque el arroz seco de interior no tiene nada que envidiar a la paella de costa. Porque los sitios de temporada también pueden tener marcada personalidad. Pero sobre todo, porque el verano no es para lucir palmito si no para ponerse bien gorditos y disfrutar, por todo eso y por el arroz BRUTAL, tienes que ir al Sol Blanc.
| Puntuación | ||
|---|---|---|
| Comida | Vinos | |
| 69 | 73 | |
| Servicio | Local | |
| 70 | 71 | |
| Precio | Estrellas Miguelín | |
| 45€ |  |
|
| Por persona: 1 entrante + 1 principal + 1 postre + 1 copa de vino | ||
¿Dónde está el Sol Blanc?
Dirección: Barri Molinet, 14, 17256 Pals, Girona
Teléfono: 972 66 73 65
Horario: de lunes a domingo de 13:00 a 15:30 y de 20:00 a 22:30