Las cámaras de los smartphones de gama más alta se han convertido en la apuesta segura de aquellos que buscan realizar fotografías con muy buena calidad sin tener que gastarse dinero en una cámara réflex digital o DSRL. El año pasado, la cámara más utilizada en la red social fotográfica Flickr fue la del iPhone 6, por encima de marcas como Canon, Nikon, Sony o Fujifilm. Lo cierto es que casi todos llevamos un teléfono en el bolsillo que nos permite recoger instantáneas o grabar vídeo a altas resoluciones y con buenas prestaciones. En los últimos años, los móviles han avanzado enormemente en cuanto a calidad de fotografía y, cada vez más, ofrecen mejores sensores y opciones como el enfoque, la regulación del ISO –indicador de luz que recibe el sensor- o la velocidad del obturador.

A principios de los 2000, las cámaras compactas dominaban el mercado fotográfico, hasta que llegó 2009 y la tendencia cayó en picado a favor de los móviles inteligentes. Según PetaPixel, las estadísticas muestran que los usuarios priorizan la calidad de la cámara por encima de todo lo demás a la hora de adquirir un smartphone. La culpa es de los grandes avances en cuanto a opciones, características y resultados de calidad de imagen de los móviles en los últimos años, que han provocado que aquellos que buscan buenos resultados rápidos y de manera sencilla opten por la cámara de un teléfono de gama alta antes que por una réflex. Si a las novedades fotográficas de los mejores smartphones del mercado se les suma su velocidad y eficacia, queda claro que estos dispositivos ganan en cuanto a movilidad y comodidad.

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No obstante, aquellos que gozan de la fotografía, que buscan resultados más profesionales y que son capaces de exprimir a fondo las especificaciones de una cámara réflex, difícilmente contemplan a la cámara de un smartphone como un sustituto. Una réflex está diseñada y construida para dar mucho más juego. La mayoría de posibilidades de una cámara de este estilo tiene piezas exclusivas para cada función, mientras que los teléfonos tiran de software para suplir esa carencia de materiales físicos dedicados, algo que ocurre con la apertura del diafragma, por ejemplo. Esto al uso supone una diferencia notable en cuanto a calidad de imagen.

Sin embargo, al usuario más casual no le interesa gastar en accesorios, objetivos, trípodes y transportarlo en una mochila constantemente. Además, las posibilidades de una réflex solo son explotadas por aquellos que dedican tiempo y ganas, mientras que aquellos que solo están interesados en hacer fotos bonitas sin grandes conocimientos hacen uso del modo automático sin apenas explorar las posibilidades que les ofrece el dispositivo. Una réflex en manos inexpertas no hará fotos mucho mejores que las que pueda realizar un móvil de gama alta.

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Por tanto, un móvil puede resultar una opción práctica y a la vez muy funcional, pero cuando las condiciones son adversas, la réflex saca pecho. Pongamos por caso un lugar con poca luz: el móvil hará uso de su software para corregir la falta de ésta, pero los resultados difícilmente tendrán una buena nitidez y esa instantánea pecará de tener ruido y se verá algo granulada. Con una réflex, no obstante, se podrán elevar de forma manual los valores del ISO, ampliar el diafragma o ralentizar la velocidad de obturación con el objetivo de que entre más luz.

La diferencia es cada vez menor

Con los kits de lentes y accesorios se puede convertir la cámara de un móvil en una cámara muy notable para hacer funciones de fotografía y vídeo muy al estilo de una réflex digital. Hay muchos modelos de distintas marcas que se adaptan a la colocación de la cámara en el teléfono. Se trata de un recurso que permite alcanzar cotas de calidad superior sin la necesidad de invertir en una réflex y pasar por toda la curva de aprendizaje y dominio que eso conlleva.

Muchos optan por la sencillez, la inmediatez y la capacidad de compartir el contenido o subirlo a la red al momento. Los smartphones cada vez son más protagonistas, no solo en la fotografía, sino en casi todos los aspectos multimedia y de consumo digital. El siguiente paso del sector móvil es alcanzar a una réflex en cuanto a posibilidades y tendremos un claro ganador.