El juzgado de lo penal 17 de Barcelona ha absuelto al agente de la Guardia Urbana que se vio inmerso en el caso de pornovenganza, cuando Rosa Peral, en prisión por el caso del policía carbonizado, lo acusó de difundir una fotografía de ella haciéndole una felación. El policía estaba acusado del delito de descubrimiento y revelación de secreto con difusión. Aunque la sentencia admite que los dos mantenían una relación y se hacían fotografías, el juez no tiene pruebas para condenarlo por difundir las fotografías.

El policía se enfrentaba a 3 años de prisión y 6.000 euros de indemnización para Rosa Peral, la misma acusada de matar a su pareja, Pedro Rodríguez, y quemarlo dentro del maletero de su coche que abandonó en el pantano de Foix, junto con su amante Alberto López.

Rosa Peral está acusada también de intentar asesinar su excompañero y padre de sus dos hijas mientras estaba dentro de la prisión. Mediante una compañera del centro de Wad-ras pretendía contactar con un sicario para matar su ex, que es mosso d'esquadra.

El caso de pornovenganza se remonta al año 2008 cuando, según dice la sentencia, "sobre las 19:30 horas una persona o personas la identidad de la cual no se ha acreditado, envió un correo electrónico a un grupo de conocidos, amigos y familiares de Rosa Peral una fotografía de carácter sexual en la cual se ve la cara de esta cerca de un pene erecto".

La foto iba acompañada de este texto, que también recoge la sentencia: "Hola soy R. Mira la foto que adjunto. Desde que salí de la escuela echaba de menos seguir comiéndome pollas de policías. Así que ahora en la Guardia Urbana ya me he comido la de un cabo y la de un par de guardias. Follo sin preservativo, así que más placer para todos. Llamadme al ...".

El mail se envió desde el correo de Rosa Peral. El verano del 2009, Peral denunció los hechos y después de que el juicio se haya suspendido hasta dos veces, finalmente el otoño pasado se hizo el juicio, entre los meses de octubre y noviembre.

Las pruebas, sin embargo, no han sido concluyentes. El juez no ha podido determinar que el pene que sale en la fotografía fuera del acusado, ni tampoco que fuera él quien enviara el correo electrónico.