El Grupo Zeta ha cerrado las revistas Interviú y Tiempo, incluida su versión digital. Es la decisión que los responsables del grupo han comunicado a las redacciones. El motivo es “la imposibilidad” de sostener durante más tiempo “las importantes pérdidas generadas por ambas publicaciones en los últimos años”, según un comunicado de Zeta, que atribuye esa situación “al descenso intenso y creciente de la difusión y de los ingresos de publicidad”.

“Las pérdidas continuas de Ediciones Zeta [empresa que agrupa a ambas revistas], ascienden en los últimos cinco años a siete millones de euros y la caída en la difusión ordinaria se sitúa en torno al 65% en ese mismo periodo y de un 80% a lo largo de la última década, descensos similares a los que están sufriendo muchas cabeceras”, prosiguen.

Este lunes 15 de enero, el grupo comenzará a negociar el despido colectivo de los 50 empleados de ambas cabeceras por extinción de la empresa. Interviú llevaba más de 42 años en el quiosco. Tiempo, más de 35.

Los trabajadores, en otro comunicado, se han quejado de la “falta de respeto” del Grupo Zeta, que ha informado del cierre “en una reunión de apenas diez minutos y sin más presencia que la del representante de los trabajadores”.

Además, añaden, “pasa por alto que durante todos estos años han sido los trabajadores los únicos que han asumido los costes de intentar salvar las publicaciones, con despidos, expedientes de regulación de empleo, expedientes de regulación temporal de empleo y bajadas de sueldo”.

La plantilla de ambas revistas había sufrido despidos y bajas incentivadas desde 2008. También los salarios de los que se quedaban se redujeron. El último recorte, en mayo de 2017, suposo nueve despidos y una rebaja salarial del 16%, un buen resultado a tenor de la oferta de la empresa, una rebaja del 40%.

Ajustes en todas partes

Los cierres son parte de los severos ajustes que lleva a cabo Grupo Zeta desde la primavera de 2017 para liquidar una deuda con los bancos de unos 100 millones de euros. En diciembre de 2017 despidió al 42% de la plantilla en el diario deportivo Sport. También ha vendido Ediciones B. Los siguientes ajustes afectarán a El Periódico de Catalunya, el buque insignia del grupo, y a los restantes diarios regionales.

Estos ajustes son la condición previa de los planes de transformación digital del grupo, que requerirán nuevas inversiones.

La web de Interviú quedará abierta para todos los que deseen consultar su notable fondo documental y periodístico desde que apareció su primer número, el 22 de mayo de 1976.

Revista histórica

La revista era un émulo de Playboy (“la compro por los artículos”) adaptado a la Celtiberia recién salida de los 40 años de la dictadura franquista, con una sociedad necesitada de información sobre los profundos cambios políticos y excitada por las películas de la época del destape.

Desaparecida la censura, la revista prometía investigación y escándalo. Suministró una y otro envueltos en los desnudos de famosas españolas y extranjeras que picaban al ojo desde la portada del quiosco, y un nuevo lenguaje, más directo y agresivo, casi callejero, que transitaba entre el agarrotado periodismo oficial y el academicismo progre de las revistas políticas del tardofranquismo.

El fundador de la revista, Antonio Asensio, explicó la fórmula en 1986: “A los españoles les faltaba sexo, les dimos sexo. Faltaba claridad, les dimos la libre expresión de los columnistas. Era un traje a la medida. Era un cóctel. Pero no molotov”.

En la España recién salida de la dictadura franquista, Interviú dio en el clavo y entró en el mercado como cuchillo en mantequilla. Sus ventas rozaron el millón de ejemplares en alguna ocasión, como los números con los desnudos de Marisol, en septiembre de 1976, o de Marta Sánchez, en junio de 1991. A partir del año 2000, la revista entra en declive y también su modelo editorial, progresivamente más inclinado al escándalo que a la investigación; al sexo más que al columnismo.

Tiempo era la sección de política de Interviú. En 1982, a la cola de la crisis de las revistas políticas del tardofranquismo, apareció como cabecera propia en los quioscos y se convirtió en la referencia de las publicaciones de su clase.

Grupo Zeta edita seis diarios de información general, dos deportivos y 44 gratuitos de ámbito local y regional; 15 revistas de distintos segmentos, y otras 50 publicaciones de empresa. Pertenecen también al grupo Zeta Gestión de Medios, de publicidad, y Servicios Zeta, de impresión y distribución.