Vox, personado en la causa popular contra los responsables del procés, descarta por el momento solicitar al magistrado Pablo Llarena que reactive en las próximas horas las euroórdenes que retiró el pasado 5 de diciembre contra el president Carles Puigdemont y los consellers exiliados en Bélgica. Fuentes del citado partido señalaron que esta posibilidad se descarta "en principio" pese a darse a conocer que Puigdemont viajará el lunes a Copenhaguen para participar en un debate sobre la situación política de Catalunya.

Según el equipo jurídico de Vox, el problema de la euroorden no es que se desplace de un país a otro, sino que su detención internacional imposibilite que pueda juzgarse por los delitos más graves. Esa fue la razón por la que el juez Llarena retiró inicialmente estas órdenes manteniendo únicamente la que podría aplicarse a Puigdemont y a los consellers si regresan a España, que sigue vigente.

En el auto en el que retiraba las órdenes contra Puigdemont y los consellers Toni Comín, Lluís Puig, Meritxell Serret y Clara Ponsatí, Llarena explicaba que está investigando un "delito de naturaleza plurisubjetiva dotado de unidad jurídica inseparable", lo que requiere una "única contestación para evitar respuestas contradictorias". La intención del magistrado entonces era evitar que la Justicia belga pudiera diferir, a la hora de la entrega de los imputados, en lo referente a la tipificación de los cinco delitos que se imputa a los miembros del Govern.

Para el juez, mantener las euroórdenes, lejos de facilitar un adecuado desarrollo del proceso, lo podría entorpecer, puesto que si Bélgica denegara parcialmente la ejecución de las mismas, habría "una restricción del título de imputación para los investigados, lo que dificultaría la respuesta homogénea que justificó la acumulación de las actuaciones ante este tribunal". Vox considera que en Dinamarca podría volver a darse esta situación.