Quim Torra niega la mayor. Sostiene que sigue contando con el apoyo de aquellos que le invistieron president, a pesar de la moción aprobada este jueves, que le exige que se someta a una cuestión de confianza o bien que convoque elecciones inmediatamente. Lo ha verbalizado y lo ha querido visualizar horas después con una imagen: saliendo del hemiciclo blindado por los seis consellers de Junts per Catalunya, durante la sesión de esta tarde. Eso sí, ni rastro de los consellers de ERC. Extraño, cuando menos.

A diferencia de lo que sucede con Oriol Junqueras y Raül Romeva, que optaron por delegar su voto siguiendo las indicaciones del juez Pablo Llarena, Carles Puigdemont, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull y Toni Comín siguen siendo diputados del Parlament, pero sus votos no cuentan porque no quisieron ceder a las órdenes del Supremo. La consecuencia es que desde entonces los partidos de la oposición suman más diputados que los que tienen las dos formaciones que integran el Govern de la Generalitat, Junts per Catalunya y ERC. Y eso explica por qué hoy han perdido la moción. Bueno, eso y que la CUP ha decidido no ser el salvavidas de Torra.

Tanto Torra como el resto de diputados de Junts per Catalunya entienden que no es verdad que la moción, impulsada por el PSC y en la cual han dado apoyo Cs, los comunes, el PP, se haya aprobado. En un tuit, el president ha explicado que sólo el voto de calidad de Llarena ha permitido la oposición sumar fuerzas. Y mantiene que "seguimos gobernando con toda la ambición republicana intacta".