Breve, conciso y contundente. El president de la Generalitat ha querido comparecer este mediodía para reaccionar a la decisión del juzgado de instrucción número 13 de Barcelona de procesar a 30 personas por la organización del 1-O. Desde la sala Torres Garcia, Quim Torra se ha dirigido a todos ellos asegurándoles que el Gobierno les apoya y que "los ciudadanos de Catalunya sabremos responder con la solidaridad y la firmeza necesarios". I ha advertido que "lo hicimos y lo volveremos a hacer".

Torra ha denunciado que este nuevo golpe judicial "confirma la deriva autoritaria" del Estado español y "consolida el estado de excepción judicial a que se quiere someter un proyecto democrático y pacífico". Se trata, ha dicho, "de una ofensiva más, de una escalada en la persecución". En una palabra, "una aberración".

Lejos de rebajar el tono, el president ha redoblado la apuesta con una advertencia rotunda. "Si alguien cuenta con que con ataques como este abandonaremos el compromiso con la libertad, que pierda toda esperanza; no hay prisiones, multas, ni persecuciones que puedan frenar el anhelo del pueblo catalán".

En relación a los delitos que se imputan a los acusados, malversación y desobediencia, Torra se ha quejado de que como ha pasado con la violencia en el Tribunal Supremo, es "un relato inventado". La Generalitat no ha sido nunca perjudicada económicamente por la organización del referéndum del 1-O".