El secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez Pomar, rechaza el traspaso total de Rodalies a la Generalitat porque asegura que el servicio sería menos eficiente: "el control de la red es más eficiente si hay un único administrador de la infraestructura", ha apuntado.

Ha contestado así a la petición de la Generalitat, que con el apoyo de los ayuntamientos, ha trasladado al ministerio. El escenario: el XXI Encuentro de Economía de S'Agaró (Girona).

Asimismo, ha afirmado que el gobierno central tiene en cuenta la atención a las "infraestructuras necesarias" en Catalunya cuando decide las inversiones, y que tiene intención y conciencia de atender las infraestructuras del Mediterráneo por su población y actividad económica.

Ha reprochado críticas "simplistas" al Corredor Mediterráneo en diversos foros, cuando ha aducido que se trata de un tema muy complejo, ejemplificando que era más fácil cambiar el ancho ibérico por ancho internacional que construir un tercer hilo para mantener los dos tipos de vía, pero eso hubiese impedido el tráfico de trenes de ancho ibérico y el transporte de mercancías hacia el interior de la Península.

Ha asegurado que en el despliegue del Corredor Mediterráneo "no hay un problema de falta de recursos asignados, sino de retención de material y problemas en algunos contratos por desacuerdo con el contratista en la ejecución de la obra".

En su discurso, Gómez Pomar ha expuesto que la limitación de recursos por la crisis requiere un esfuerzo suplementario en el análisis coste-beneficio y rentabilidad de las inversiones en infraestructuras en España, y ha lamentado que "surgen demasiadas incidencias durante la ejecución de obras".