El president, Carles Puigdemont, ha comparecido a las once y media en la galería gótica del Palau de la Generalitat, escoltado por los miembro del Consell Ejecutiu, para denunciar la acción del Estado "represiva e intolerante" y asegurar que el Govern mantiene la convocatoria de referéndum del 1-O.

"Los ciudadanos estamos convocados el 1-O para defender la democracia frente a un régimen represivo e intimidatorio. Y tenemos que dar una respuesta masiva y cívica. Nos tenemos que preparar para responder con las únicas armas que tenemos, la respuesta ciudadana y la actitud pacífica y civilizada que nos ha caracterizado en este tiempo", ha asegurado.

El president ha apelado a una respuesta de "firmeza y serenidad", para denunciar "los abusos". "Pero el día 1 saldremos de casa, llevaremos una papeleta y la utilizaremos", ha asegurado, destacando que esta acción tendrá que contrastar con la de aquellos que sólo hablan con el lenguaje con el que demasiados años ha hablado el autoritarismo.

Antes de comparecer, el president ha convocado una reunión de urgencia del Govern, al Palau también han acudido la presidenta del Parlament, Carme Forcadell, y el expresident Artur Mas.

Acción coordinada

"El Govern de Catalunya ha sido objeto hoy de una agresión coordinada por las fuerzas policiales del gobierno español con el objetivo de impedir que los catalanes se puedan expresar en paz y libertad el 1-O y con el propósito de suspender el Govern", ha empezado el president su declaración de seis minutos.

Ha denunciado que "esta agresión está fuera del amparo legal, se ha perpetrado vulnerando el estado de derecho y todas las garantías constitucionales y violentando la Carta de Derechos de la Unión Europea", con la cual "el Estado español ha suspendido de facto el autogobierno y ha aplicado de facto un estado de excepción".

El president ha recordado que "las libertades están siendo suspendidas y suprimidas, los alcaldes son llamados a declarar sin haber cometido ningún delito, sólo como medida de intimidación, como reconoce el fiscal general del Estado que confunde su autoridad con la barra libre"

"Las irrupciones policiales en sedes del Govern, las detenciones de altos cargos del Govern, y los registros indiscriminados, la intimidación a los medios de comunicación, una actuación de la Fiscalía al margen del control judicial, el intento de bloqueo de las cuentas de la Generalitat, la violación del secreto de las comunicaciones postales, el cierre de páginas web y la amenaza a ciudadanos, genera una situación inaceptable en democracia y es propia de un gobierno que pretende resolver por la vía de la suspensión del estado de derecho y el asedio a la democracia y las libertades lo que es la democracia de la inmensa mayoría del pueblo de Catalunya", ha denunciado.

Ante esta situación, ha asegurado que el Govern quiere dirigir a los ciudadanos "un mensaje claro" de condena y rechazo de la "actitud totalitaria y antidemocrática del Estado, y un gobierno que ha enseñado el rostro intolerante que ha tenido en buena parte de la historia la política española".

Línea roja de regímenes autoritarios

Ha reiterado todo el apoyo y amparo político, jurídico y personal a los miembros y servidores públicos detenidos. Por otro lado, ha denunciado "como ilegítima" la intervención del Govern por parte del gobierno español "que no respeta los principios fundamentales de la democracia", pero ha reiterado que habrá una respuesta pacífica ante esta situación. "Consideramos que el gobierno español ha rebasado la línea roja que lo separaba de los regímenes autoritarios y represivos y se ha convertido en una vergüenza democrática", ha denunciado.

Puigdemont ha anunciado que el Govern estudiará con agentes económicos y sociales y cívicos "las respuestas oportunas". "Haremos valer la legitimidad de la decisión de los catalanes. No retrocederemos porque no tenemos derecho y defenderemos el derecho de los catalanes a decidir su futuro, porque es el encargo que recibimos de ellos y del Parlament", ha subrayado.

Ha asegurado que el Govern siempre tomará decisiones al amparo de la "legitimidad ganada en las urnas y será fiel al propósito de una legislatura, un Parlament y un programa de gobierno nunca suspendido" y ha advertido que "lo que está viviendo Catalunya no lo vive ningún Estado de Unión Europea".

"A los ciudadanos hoy indignados, el Govern de Catalunya les ratifica el compromiso y la garantía a defenderlos siempre. No aceptaremos un retorno a épocas pasadas y no aceptaremos que no nos permitan decidir las épocas futuras de libertad y democracia", ha concluido.