Uno de los frentes más urgentes que mantiene abierto el president en el exilio, Carles Puigdemont, es la necesidad de organizar el espacio independentista que lidera. Hace meses que la cúpula de JxCat intenta consolidar estas siglas facilitando una confluencia con el PDeCAT. Este martes, una vez cerrado el ciclo electoral de las generales, municipales y europeas, Puigdemont ha abordado la situación con buena parte de los pesos pesados del grupo y del partido.

En Waterloo han sido convocados por Puigdemont los consellers Meritxell Budó, Damià Calvet y Miquel Buch, con los dos máximos responsables del PDeCAT, David Bonvehí y Míriam Nogueras, así como alcaldes y candidatos municipales, como Elsa Artadi o la gerundense Marta Madrenas.

El análisis de los resultados en las urnas y el malestar con ERC por los acuerdos con PSC que han desbancado JxCat en munìcipios donde habían conseguido la victoria ha sido uno de los temas abordados. Precisamente, entre los presentes estaba Rosa Maria Perelló, Jordi Masquef y Carmela Fortuny, descabalgados de los ayuntamientos de Tàrrega, Figueres y Sant Cugat a pesar de haber ganado las elecciones, a raíz de acuerdos de ERC con PSC.

No obstante, el futuro de JxCat se ha convertido en el tema del encuentro. La necesidad de "hacer JxCat", en palabras de uno de los asistentes que sintetiza así la voluntad de reforzar la marca que encabeza Puigdemont más allá del PDeCAT.

La forma como conseguirlo es uno de las cuestiones clave. Por eso, los asistentes al encuentro evitan hablar de absorción y apuestan por "confluencia". Incluso, se habla de hacer JxCat de nuevo. No obstante, los eufemismos no han evitado las reticencias del sector más reticente a renunciar a las siglas del PDeCAT, que en la reunión estaba representado por el exalcalde de Tortosa Ferran Bel y el alcalde de Mollerussa, Marc Solsona.

Los presentes han coincidido en apostar por reforzar una herramienta política que aspire a la "centralidad" y con "vocación y capacidad de gobierno y de gestión". Pero también, en la necesidad de formalizar una "estructura jerárquica", más todavía teniendo en cuenta la complejidad del momento, el exilio de Puigdemont y las dificultades para consolidar el liderazgo en el seno del Govern.

El encuentro tendrá que servir de epílogo de la reunión prevista para mañana con el expresident Artur Mas la que tendría que entrar a concretar el camino a seguir.