La llegada del "Banderita tú eras roja, banderita tú eres gualda" a las escuelas en el marco del proyecto "Conocimiento de la Seguridad y la Defensa en los Centros Educativos", no ha gustado nada al president Carles Puigdemont, que ha pedido "educar ciudadanos libres" y "no súbditos reales" y más todavía después de que desde el gobierno español se critique dura y constantemente la educación catalana e intenten "eliminar" el modelo educativo de Catalunya. Según la opinión de Puigdemont, el hecho de que el Ministerio de Defensa "dicte las asignaturas de los niños", acaba comportando que "la democracia de un país muera inmediatamente".

Preguntándose "por qué nos hacen eso ahora", el president sustenta que "la Moncloa, no inventa nada nueve" porque "España ya ha vivido episodios de este estilo, episodios muy negros de la historia." Pero ahora es diferente. En plena democracia, el gobierno del PP quiere tener "cuanto menos ciudadanos críticos, mejor" y asegura que "lo que ha dado miedo más a los poderes fácticos del Estado no ha sido la independencia de Catalunya, sino el empoderamiento de la ciudadanía".

Puigdemont recuerda que la ciudadanía ha crecido "en una escuela que enseña a pensar por uno mismo, en ser crítico con aquello que te rodea, con los gobernantes, a ponerlo todo en duda y subir la voz cuando haga falta", pero este, se lamenta, "es precisamente el modelo de sociedad que desean".

Implementar la involución

El deseo de tener ciudadanos que sigan sus directrices e ideología les ha llevado, según apunta Puigdemont, a "implementar la involución". Ahora bien. Si no se cae a la trampa, y se sigue haciendo uso de la libertad de expresión y, por lo tanto, "no pueden ser reeducados", el president recuerda que "son amenazados con multas, juicios y prisiones".

Justamente en este sentido, Puigdemont pone de relieve que "cuando en las Españas quieran darse cuenta de ello, habrán hecho tarde" porque, según subraya, "serán tan responsables los que lo hacen como aquellos que han callado vergonzosamente ante los atropellos de los últimos meses".

Por todo ello, quiere dejar claro que en Catalunya "seguiremos apostando por una educación de calidad, basada en el respeto, el humanismo, la tolerancia y la paz" porque el objetivo del Gobierno es educar "siempre ciudadanos libres, no súbditos reales". Su declaración de intenciones es clara: "ni banderita gualda, ni himnos de ejércitos, ni cómicos de reyes ni salvas de honor a la hora del patio".