El president Carles Puigdemont ha advertido durante su intervención desde Waterloo en los actos organizados en los Caputxins de Sarrià que hoy la Constitución "es y es percibida como una herramienta de represión" y que representa un régimen caduco que hay que derribar por la vía pacífica y con los instrumentos que prevé la democracia. Con este objetivo, ha asegurado que habrá que conseguir el apoyo de la ciudadanía europea que hoy descubre que "el cadáver de Franco ha estado siempre allí".

"Hoy que el Estado pretende celebrar los 40 años de lo que han intentado vender como una democracia modélica nosotros tenemos el deber de demostrar que esta democracia va desnuda, que el Rey va desnudo, y que no pararemos no solo de denunciarlo, sino de cambiarlo, tenemos el deber de derribarlo, por la vía pacifica, democrática, participada, en que todos y cada uno de los catalanes cuenten", ha reclamado.

Puigdemont ha admitido que hace 40 años, cuando se aprobó la Constitución no era así, "era una esperanza, probablemente la única que se podía prever en el medio una violencia y un estado de vigilancia por parte un ejército netamente franquista, una justicia que era doblemente franquista y unos cuerpos policiales con muchos deberes por hacer para acercarse a las praxis democráticas".

"La sociedad se aferró a aquella constitución como una herramienta de esperanza", ha sintetizado. No obstante, 40 años después, ha afirmado, esta Constitución aparece ante los ojos de Europa como una herramienta de "coacción y limitación de derechos fundamentales". "Hoy es una herramienta de represión, de violencia ilegítima, como la del 1-O, que permite que el que fue designado por Franco como jefe de Estado, la monarquía, que no ha pasado ningún plebiscito, siga apelando a una parte de la población española tras el clamor del a por ellos a una ofensiva para limitar de manera violenta, coercitiva, represora la voluntad de un pueblo, del pueblo de Catalunya," ha denunciado.

Puigdemont ha advertido que en este punto la Constitución española se aleja de los estándares democráticos, que "hoy Europa ha descubierto que el cadáver de Franco ha estado siempre allí, que la sombra del franquismo era muy larga; descubre cómo alguna gente puede ser perseguida por delitos que en Europa consideran que no son perseguibles". El president ha recordado la reciente sentencia del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos contra el encarcelamiento de un diputado kurdo en Turquía, para subrayar que en España hay cinco diputados encarcelados.

Ha subrayado que si las instituciones europeas no quieren escuchar las reivindicaciones de los catalanes, por los compromisos entre Estados, que hacen aplicar un doble estándar cuando hablan sobre Polonia y Hungría y callan sobre España, será necesario apelar a la ciudadanía europea para que se implique.

La síntesi del diagnóstico de Puigdemont és que "cuando una Constitución es una herramienta de represión y no de esperanza es que ha caducado esta herramienta; si una Constitución no es capaz de resolver estas tensiones, si el cuerpo constitucional no resiste, se resquebraja, se parte és que la herramienta no funciona y ha caducado".

Por esta razón, ha reclamado "a los gestores de esta agónica etapa del régimen del 78 que no acabe igual que acabó el franquismo": "No esperen que haya cada vez más gente que les diga que por aquí no hay futuro", ha aconsejado.