Desde el corazón de Europa y ante 45.000 catalanes que se han manifestado esta mañana fría y lluviosa en Bruselas el president, Carles Puigdemont, ha querido enviar un mensaje a las instituciones de la UE. Puigdemont ha llamado a Europa a escuchar a sus ciudadanos y no sólo los Estados y a no tener miedo de decir "así no" a los Estados cuando no respeten los derechos básicos.

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Foto: Júlia Ferré

Ha sido una apelación directa y con un punto de indignación que ha dirigido, de manera implícita pero también explícita, al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker.

"Queremos una Europa que escuche a sus ciudadanos además de escuchar los Estados. Claro está que tiene que escuchar los Estados, pero no sólo a los Estados. Tiene que escuchar también a sus ciudadanos", ha reclamado: "Que no tenga miedo de decir a uno de sus miembros que no respeta los derechos básicos, así no".

Puigdemont que ha sido recibido con gritos de president ha empezado la intervención recordado al vicepresident, Oriol Junqueras, el conseller Joaquim Forn y a los responsables de la ANC y Òmnium Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Ha agradecido el trabajo a los organizadores y, en francés, a la policía belga que hoy se ha visto desbordada por una participación que no esperaba, "por su demostración de lo que quiere decir a una policía democrática".

Puigdemont ha apelado a una Europa en construcción -la que están ayudando a construir las movilizaciones independentistas, según ha dicho-, a que represente más democracia, más participación, más respeto por las minorías y la diversidad y "menos intereses de grupos y sectores económicos ligados a los intereses de determinados gobernantes que no se caracterizan por su honestidad".

"Cuando millones de personas se manifiestan de manera reiterada de forma tan pacífica y organizada, eso ha de enorgullecer a Europa, porque es la manera como se deben transformar las cosas, con la gente," ha asegurado.

Por esta razón, ha denunciado que cuando se encarcela a los miembros de las entidades soberanistas y se encarcela y se obliga a exiliarse al Govern legítimo y la Europa oficial se dedica a animar a Rajoy por su represión pasan "cosas maravillosas como hoy", que en vez de alejar a los ciudadanos de Europa, les hace acercarse todavía más.

En este punto, se ha dirigido directamente en francés el presidente de la Comisión para preguntarle si nunca ha visto una movilización como esta para apoyar a criminales. Por lo tanto, le ha aconsejado que la próxima vez que vea a Rajoy le pida porque trata al Govern catalán como si fuera criminal.

Carta de Junqueras

Antes que Puigdemont ha intervenido a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, que ha empezado su intervención leyendo una carta del vicepresident, Oriol Junqueras, escrita al día siguiente que el juez del Supremo decidió no permitir su salida de la prisión junto con el conseller Carles Mundó con quien compartía celda.

Junqueras denuncia en la carta una profunda sensación de injusticia difícil de gestionar desde el punto de vista emocional y una voluntad de provocar dolor innecesariamente. "Seguid, no desfallezcáis nunca", reclama el vicepresidente a la vez que reclama que todo el mundo participe el 21-D a las urnas.

A partir de aquí, Rovira ha denunciado que Junqueras, al igual que el conseller Joaquim Forn y los Jordis están en la prisión porque el Estado no juega limpio. "Ellos no saben jugar limpio porque les da miedo la democracia porque saben que volveremos a ganar", ha asegurado.

La dirigente republicana se ha mostrado sorprendida de que el Estado no se dé cuenta de que los objetivos que mueve el independentismo son la libertad, la modernidad y la justicia, y que no se detendrá hasta conseguirlos; ha advertido que si no gana el independentismo, el 21-D ganará Ciudadanos y "destruirá el modelo de país construido, el catalán en la escuela, la televisión pública, el servicio de seguridad..."; y ha recordado las leyes de carácter social aprobadas en Catalunya, que el Gobierno español ha anulado.

"¡Obstinados como estamos no pararemos hasta el final!", ha proclamado en una intervención encendida que ha concluido advirtiendo con la voz casi rota: "Seguimos tozudamente alzados, determinados a ganar un país más justo y más digno"!.

Una nueva estrella de color amarillo

"La bandera europea tendrá un nueva estrella de color amarillo". Así lo ha asegurado el vicepresidente de la ANC, Agustí Alcoberro, en su discurso al final de la manifestación, donde ha denunciado también que "es imposible un debate político con España como ha habido en Escocia o en Quebec" . Alcoberro ha recordado la violencia policial del 1 de octubre y ha denunciado que "la reacción del estado español han sido exclusivamente judicial y policial".

Por todos estos motivos, ha pedido a la Unión Europea que modifique su actitud y ha definido la sociedad catalana como "abierta y plural" y su capital, Barcelona, ​​como "cosmopolita y vibrante", en un discurso en el que ha ido combinando el inglés, el francés, el catalán y el castellano.

Por su parte, el vicepresidente de Ominum Cutural, Marcel Mauri, ha condenado "la represión, la violencia de estado y los prisioneros políticos". "No se puede encarcelar a un pueblo", ha denunciado, asegurando también que esto va de democracia "en Catalunyaa, pero también en España y en Europa".

Mauri ha asegurado que Catalunya mira Europa "con esperanza" y ha defendido que lo que está pasando es una "vergüenza para cualquier demócrata" porque "los derechos fundamentales están en peligro".