El mismo día en que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) fallaba por unanimidad que la libertad de expresión amparaba la quema de fotos del Rey en el caso de Enric Stern y Jaume Roura, como "expresión simbólica de la crítica política", y obligaba a España a indemnizarles 11 años después de su condena, el PP, PSOE, PSC y Ciudadanos tumbaban en el Congreso la despenalización de las injurias a la Corona. La propuesta de ERC para reformar el Código Penal sólo conseguía los votos de PDeCAT, Unidos Podemos, En Comú Podem, En Marea, PNV y EH Bildu.

"La crítica política es legítima, no es odio, es libertad de expresión, no un ataque a los Reyes" citaba en alusión a la sentencia, el ponente de la iniciativa, Gabriel Rufián. Ello venía porque los condenados por la Audiencia Nacional recurrieron ante el Tribunal Constitucional, que no les dio la razón, y amparó la acusación en que los dos manifestantes habían cometido delitos de incitación al odio. Por ese motivo, Rufián instaba al PSOE a salir del "bloque del 155" y alejar a "España, de Ankara". "Esperamos al mejor PSOE, aquel digno de tantas tardes de gloria en este Congreso" zanjaba.

Los socialistas no han recogido el guante, sino que el portavoz José Andrés Torres ha acusado a ERC de "querer convalidar una forma de violencia". "¿No hieren las palabras? ¿No marginan? Quieren que todos puedan ultrajar al jefe del Estado", afirmaba. La misma portavoz Margarita Robles decía al mediodía que los republicanos no se centraban "en el ámbito de la libertad de expresión, sino en el más institucional", y recordaba que el TEDH "da respuesta a un recurso específico", el de Stern i Roura, y que eran los tribunales los que tenían que decidir si se extendía a otros casos.

Igualmente duros se ha mostrado el portavoz de Ciudadanos José Manuel Villegas, quien ha acusado a ERC de "legislar en beneficio propio" porque "quemar banderas españolas o constituciones es aquello que hacen ustedes y sus juventudes" ha dicho. "Odian profundamente todo lo español, si pudieran, lo borrarían todo y dan apoyo a que se quemen constituciones en la televisión pública catalana. Es odio a España y desprecio a los valores constitucionales", ha afirmado Villegas.

Desde el Partido Popular, la diputada Sílvia Valmaña ha insistido que la propuesta de ERC "despreciaba la naturaleza de estos delitos, omitiendo que son ataques contra la Constitución, como símbolo de unidad y permanencia del Estado". Valmaña ha asegurado que penalizar injurias a la Corona era una forma de "proteger el honor" y evitar los "daños" de difusión del agravio contra la institución de Jefatura del Estado, no a la persona en sí misma. "Es un delito pluriofensivo, no es el Rey el titular" ha cerrado.

Por el lado de En Comú Podem, Unidos Podemos, Marcelo Expósito ha incidido que la libertad de expresión tenía que estar por encima porque era una garantía para "aquellos que piensan de forma más crítica sobre las instituciones". "Para defender el carácter de representación [del Estado] no podemos aniquilar aquello que da sentido, que son las libertades" ha insistido.

En una línea similar se ha pronunciado el PNV, cuando el portavoz Mikel Legarda ha dicho "más importante proteger la libertad de expresión, que la dignidad del Estado o sus comunidades autónomas". Legarda ha reconocido que defendían la despenalización de injurias, tanto en el caso de la Corona, como de los representantes catalanes y vascos. "Lo mismo dijimos cuando se quemaron retratos de Ibarretxe o Carod Rovira" ha recordado sobre las dos veces 2008 y 2016, en que el Congreso tumbó una propuesta análoga.

En el turno del PDeCAT, Feliu Guillaumes, ha recordado brevemente que "la quema de un retrato no se puede asimilar al odio, ni siquiera por la vía penal" y ha instado a "superar" el debate para "no hacer el ridículo y aceptar la realidad", ha denunciado.