El expresidente del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos, va de escándalo en escándalo. Si este fin de semana se supo que suspendió el examen para ser juez del Tribunal Europeo de Derechos Humanos con un cero, al no saber inglés ni francés, y que mintió en su currículum; ahora se ha sabido que tampoco hizo ninguna mención a su militancia al PP entre el 2008 y el 2011.

Pérez de los Cobos, uno de los tres candidatos propuestos por el gobierno español para ocupar la plaza de juez reservada al estado miembro, es el único de los tres que ha pasado por alto el punto que hace referencia a "lugares ocupados en partidos políticos" al completar el currículum modelo para aspirar a ser juez del tribunal con sede en Estrasburgo.

Por lo contrario, tanto José Martín y Pérez de Nanclares como María Elósegui, los otros dos candidatos, especifican que no pertenecen ni han ocupado ningún cargo en un partido político.

Fuentes de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que es quien tiene que escoger este martes el nuevo juez, han declinado hacer ningún comentario sobre este punto. También han rehusado responder si esta cuestión fue tratada durante la entrevista que los miembros de la comisión encargada de la elección de los jueces mantuvieron con los tres candidatos el 12 de enero pasado. "La sesión fue a puerta cerrada y la información es confidencial", han asegurado a la ACN las mismas fuentes.

Lo que sí que recoge su currículum es que Pérez de los Cobos fue juez del Tribunal Constitucional entre el 2011 y el 2017 y que presidió el mismo tribunal entre el 2013 y el 2017. En la candidatura presentada por el gobierno español se destaca, de hecho, "la calificación derivada de ocupar la más alta posición en la orden constitucional como juez con reconocidas competencias en el ámbito de los derechos fundamentales". De acuerdo con el Convenio Europeo de Derechos Humanos, los jueces tienen que tener un "alto carácter moral" y poseer las calificaciones requeridas por el nombramiento en el alto cargo judicial.

Aunque los jueces son escogidos en relación a un Estado, siguen los casos como individuales y no representan en ningún caso al Estado. "Son totalmente independientes y no pueden involucrarse en ninguna actividad que pueda ser incompatible con su obligación de independencia e imparcialidad", reza el Tribunal de Estrasburgo.

Desde el Consejo de Europa explican que si los candidatos no cumplen los requisitos mínimos, tienen que ser rechazados por la comisión parlamentaria que los evalúa y afirman que los tres candidatos españoles fueron aceptados y considerados calificados para optar al cargo. En cualquier caso, el preferido para la comisión parlamentaria que entrevistó a los candidatos en enero es José Martín y Pérez de Nanclares, director de la Asesoría Jurídica Internacional del Ministerio español de Asuntos Exteriores y Cooperación. El juez que sustituirá en el Tribunal de Estrasburgo a Luis López Guerra se conocerá, previsiblemente, esta misma tarde.