Hoy, a las 11 horas, empieza la segunda fase de declaraciones de líderes independentistas investigados en el Tribunal Supremo. La exdiputada de la CUP Mireia Boya abre esta segunda ronda que cerrará Anna Gabriel el 21 de febrero y que la semana que viene captará todas las miradas con las comparecencias de Marta Rovira, Marta Pascal, Artur Mas y Neus Lloveras.

Pablo Llarena los ha citado como imputados a partir de los cargos que desarrollan y que figuraban en el documento Enfocats, que marcaba el paso hacia el proceso independentista. A duras penas salen sus nombres. Algunos de ellos han sido interceptados, también, en las escuchas telefónicas ordenadas por el juez del juzgado de instrucción 13 de Barcelona, casualmente, y sin aportar información relevante al caso. Pero la telaraña judicial tejida contra el procés los ha atrapado.

Mireia Boya abre esta segunda tanda de declaraciones. Comparece y responderá las preguntas, pero no acatará. Ya lo anunció ayer en rueda de prensa. No hará nada ni dirá nada que la libre de la prisión, si es que la Fiscalía, como ha hecho con todos los otros, pide prisión provisional para la exdiputada de la CUP.

Mireia Boya se mantendrá firme en la defensa de su ideario político y firme por si se da el caso de que acabe entrando en la prisión: "La CUP no renunciará ni a una coma de su programa electoral. Si entro, sólo saldré con la República. El mío y nuestro compromiso es con la gente, con el pueblo y con la construcción de la República".

"Están desperdigando la represión porque no nos demos cuenta de su magnitud. Estamos en un estado de excepción", decía Boya en la comparecencia el lunes en Lleida con su abogado, Carles López.

Las diputadas Natàlia Sánchez y Maria Sirvent y las exdiputadas Eulàlia Reguant, Gabriela Serra y Albert Botran acompañarán a Boya a las puertas del Tribunal Supremo. La CUP, además, ha fletado dos autocares de apoyo que saldrán de Barcelona y de Poniente.