Este es mi primer escrito de una serie que espero realizar, en la que explicaré como vivo el juicio por el procés que empezará el próximo martes.

Quiero agradecer a El Nacional la oportunidad de poder transmitir una visión diferente, más íntima, más personal. No se trata de hacer una crónica judicial, de esto ya se ocuparán nuestros abogados y los juristas que cada día seguirán el desarrollo del juicio.

A través de estos escritos quiero transmitir lo que no se verá a través de las cámaras de televisión, explicaré cómo mis compañeros y compañeras lo vivimos desde dentro, cuál es el ambiente que hay en la Sala, nuestros sentimientos y nuestras percepciones.

Esta es la visión más humana de unas personas y de unas familias que mañana 12 de febrero vivirán el inicio de un proceso que se anuncia largo y que para algunos de nosotros ya ha comportado 16 meses de prisión preventiva.

Llevamos nueve días en Soto del Real y en Alcalá Meco. Estos días han sido de adaptación, nos han ayudado a conocer el funcionamiento de la prisión, sus normas, a conocer a los funcionarios del módulo y a nuestros nuevos compañeros.

Los que estamos en Soto hemos contado con los buenos consejos que nos han dado Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Ellos pasaron nueve meses y medio en esta cárcel y volver les ha servido para recuperar viejos conocimientos que nos han sido útiles a todos nosotros.

Estos días antes del juicio también nos han servido para romper las rutinas y la dinámica que llevábamos en Lledoners. Todos nosotros hemos podido realizar una inmersión con los abogados para acabar de perfilar las líneas de defensa.

También han sido unos días de mayor convivencia entre nosotros que nos han permitido consolidar, todavía más, nuestra unidad

También han sido unos días de mayor convivencia entre nosotros que nos han permitido consolidar, todavía más, nuestra unidad.

Tenemos la misma sensación que el día que te presentas a un examen. Nos sabemos la lección y querríamos terminarlo rápido. Queremos llegar a nuestras declaraciones serenos. Tal como declaraba hace unos días Carme Forcadell, estamos tranquilos porque no hemos de inventar nada. Sabemos por qué estamos aquí y no claudicaremos ni renunciaremos a nada.

Llega el momento de la verdad. Vamos a declarar con la cabeza muy alta porque estamos convencidos de nuestra inocencia y de la legitimidad de nuestras acciones y convicciones.


Joaquim Forn i Chiariello
Soto del Real, 10 de febrero de 2019