La Guardia Urbana de Barcelona ha desalojado hacia la una de la madrugada de este miércoles las tiendas de plaza Universitat después de 20 días de acampada en una protesta que empezó después de hacerse pública la sentencia del 1-O. La operación ha acabado con dos detenidos por atentado a la autoridad.

Un fuerte dispositivo policial formado por una veintena de furgonetas del cuerpo de seguridad local ha irrumpido a aquella hora en la zona y ha ordenado el desalojo. La policía ha protagonizado alguna carga contra los concentrados en los puntos donde se resistían más, pero finalmente se ha hecho marchar a todo el mundo. El desalojo llega cuatro días después de que los Mossos d'Esquadra identificaran a las 117 personas que había en aquel momento, y que detuvieran a una por una orden judicial pendiente.

La veintena de furgonetas de la Guardia Urbana han cortado la Gran Vía a la altura de la calle Aribau y los agentes han empezado a desmontar el campamento, retirando el material que les cerraba el paso hasta las tiendas y posteriormente estas instalaciones. Algunos de los acampados han recriminado a los agentes que no les dejaran coger sus pertenencias.

Ha habido también algunas escenas de tensión acompañadas de cargas de los antidisturbios de la Guardia Urbana cuando algunos de los concentrados en la plaza Universitat han mostrado resistencia a cumplir las órdenes de marcharse que les daban los agentes. En este escenario ha habido alguna identificación. En un cuarto de hora, sin embargo, la plaza ha sido desalojada y los servicios de limpieza han empezado a recoger todo lo que quedaba en la zona.

20 días de protesta

Hay que recordar que la protesta, que inicialmente empezó como un rechazo a las condenas a los líderes independentistas, fue ampliando los objetivos en los primeros días del asentamiento y tomó también un cariz de reivindicación social. Durante aquellas primeras jornadas la ciudadanía acogió con buenos ojos la iniciativa y los acampados recibieron numerosas colaboraciones en forma de comida, de mobiliario o incluso de dinero.

Posteriormente ha habido episodios que han empañado la protesta, como la aparición de vallas y de un lavabo portátil que habían sido sustraídos de una obra próxima y, sobre todo, la denuncia de una de las participantes en la protesta por una presunta agresión sexual en una de las tiendas que los Mossos d'Esquadra investigan.

La denuncia de Iridia 

El centre Iridia ha denunciado que la Guardia Urbana hiciera cargas para desalojar la acampada de plaza Universitat esta noche, y que los agentes no estuvieran identificados. A través de Twitter, ha subrayado que las funciones de intervención en orden público se retiraron en el mandato pasado, pero sobre todo ha criticado que haya agentes de la unidad especial que no vayan correctamente identificados. 

El centro, que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento en muchas ocasiones, también ha aprovechado para pedir que lleven identificación delante y detrás, de forma visible y clara. La Guardia Urbana ha desalojado a los acampados hacia la 1 de la madrugada. 

El primer teniente de alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, ha querido felicitar a la Guàrdia Urbana este miércoles por su actuación "eficaz, prudente y proporcional" esta noche en el desalojo.