El exconseller de Interior Joaquim Forn ha pedido al Tribunal Supremo que le deje en libertad porque, aunque los atestados policiales le han "satanizado" para darle un "perfil criminal desatado", nunca puso a los Mossos d'Esquadra "al servicio del proyecto independentista del Govern".

Así lo sostiene Forn en un escrito, en el que pide su libertad provisional al magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, ante el cual ayer ya se desvinculó del dispositivo policial de los Mossos d'Esquadra con motivo del referéndum del 1-O y durante el registro en la Conselleria d'Economia del pasado 20 de septiembre.

Forn, que en su escrito insiste en que no repetirá de conseller de Interior, remarca que delante de Llarena ya expresó ayer "sin ambigüedades, reservas o ambivalencias semánticas" que su "convicción y voluntad firme" se sitúan en "desplegar su actividad política en relación con los fines de consecución de un Estado propio para Catalunya con sujeción al marco y cursos normativos que la Constitución de 1978 y el Estatut de 2006 contemplan".

 


Además, niega que los Mossos fueran pasivos el 1-O y el 20 de septiembre y se desvincula de los operativos policiales de estas dos jornadas, que se llevaron a cabo siguiendo criterios "estrictamente policiales", sin que haya "remotamente" ningún "principio de prueba" que intentara "alterar la naturaleza" de la policía catalana como cuerpo judicial y su sujeción a la Ley.

"Nunca, y de ninguna manera, puso (Forn) a los Mossos d'Esquadra al servicio del proyecto independentista del Govern del cual formaba parte. Sin duda, una tal conducta habría sido extraordinariamente grave, pero el conseller supo disociar su compromiso con los impulsos políticos del Govern y las específicas obligaciones como conseller de Interior", sostiene el escrito.

No hubo pasividad

Según el escrito, se tienen que analizar "separadamente" los planes de "desoír" las resoluciones del Tribunal Constitucional y su encaje en el delito de desobediencia "respeto al mando de los Mossos d'Esquadra que siguieron fieles a los mandatos normativos y judiciales sin incitación a lo contrario por quien fuera conseller de Interior".

Con respecto al 1-O, Forn asegura que no puede sostenerse que hubiera "pasividad" en los Mossos d'Esquadra, ya que los diferentes planes de actuación y elaborados para dar cumplimiento a las resoluciones judiciales se presentaron a la Guardia Civil y la Policía Nacional, al director del Gabinete de Coordinación, Diego Pérez de los Cobos, y en el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), sin que nadie los enmendara.

"No existe constancia, por no haber sido así, que fuera el entonces conseller Forn quien modulara o templara la concreta ejecución de estos planes notificados a la coordinación de fuerzas", apunta.

Además, también niega la "pasividad" de los Mossos durante los hechos del 20 de septiembre, ya que las decisiones operativas se tomaron en relación al orden público "por razones estrictamente policiales vinculadas a los principios de proporcionalidad y ponderación de menor lesividad".

Sin indicios de intoxicación

"No existe, ni remotamente, indicio de intoxicación y/o incitación desviada desde el poder político del conseller Forn, que permita afirmar que ejerció dominio funcional del curso causal en el transcurrir del operativo policial (del 20 de septiembre). Los mandos policiales declarantes han asumido, lealmente, como propias y sin incidencia extraña del poder político, las medidas tomadas, su clase y su intensidad", alega.

El escrito destaca que Forn es un "servidor público de larga trayectoria", que ha destacado por su "capacidad gestora" y por su "afable flexibilidad en la búsqueda de soluciones de encuentro y diálogo", por lo cual lamenta que los atestados policiales "han distorsionado y satanizado" su imagen con una "selectiva y unidireccional mención a pasajes distorsionados" de sus declaraciones para atribuirle un tipo de "perfil criminal desatado".

Como ejemplo, apunta que en los atestados se le atribuye que aseguró en una entrevista que "si se acepta la nueva realidad política no habrá colisión entre policías", si bien en el contenido íntegro de la noticia se infiere que únicamente contemplaba como eventual posibilidad "un conflicto de competencias entre cuerpos", sin que aparezca, ni "en un plano de hipótesis" una confrontación armada entre ellos.