La eurodiputada rumana liberal Renate Weber considera que el encarcelamiento preventivo de Oriol Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart "es muy difícil de entender" y una "situación única en Europa". "No lo había visto antes", admite a la ACN Weber, exjueza ad hoc (designada para un caso específico) del Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

La eurodiputada considera que después de las elecciones del 21-D el Gobierno español tendría que levantar el artículo 155, porque se trataba de una medida "excepcional". "Hubo elecciones, hay un parlamento con una composición y les corresponde a ellos decidir cómo quieren gobernar la sociedad catalana", destaca Weber, que cree que los diputados electos tendrían que poder ejercer su derecho político. 

"¿Por qué algunos han sido liberados y otros no?", se pregunta Weber, que considera que es "muy difícil de entender" la decisión de la justicia española de mantener la prisión preventiva. Según Weber, la argumentación de los jueces para no liberar a Junqueras, por ejemplo, dice "claramente que no incitó a la violencia, que no cometió violencia" y, por lo tanto, hacen falta "aclaraciones". "La presunción de inocencia es muy importante", recuerda a esta abogada, que añade que la UE tiene una directiva del 2016 que precisamente trata sobre esta cuestión y que protege también el derecho de los acusados a no declarar.

Weber también se muestra partidaria de que los diputados electos encarcelados puedan asistir a los plenos del Parlament. Para la eurodiputada y exjueza especial del Tribunal de Estrasburgo, la situación "es poco común", pero hace falta respetar la "presunción de inocencia" y garantizar "los derechos" de los presos como mínimo hasta que no haya una sentencia firme condenatoria.

Preguntada sobre si el caso de Junqueras podría resolverse en el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, Weber admite que es una opción, pero advierte que un caso así podría durar varios años: "tres, cinco, sed, es realmente mucho tiempo". "Pienso que el mejor escenario sería que se resolviera en España", indica Weber. Para ella, sin embargo, la solución no pasa necesariamente por la vía judicial, sino por la política. "Ante problemas políticos, si utilizas solo medios legales, no necesariamente resuelves la situación, solo divides más la sociedad, y eso no beneficia a nadie", afirma.

"El llamamiento al diálogo lo hice desde el principio", añade Weber, que admite estar "muy decepcionada" con la actitud de la Unión Europea ante la cuestión catalana. "Se tendrían que haber hecho más esfuerzos por conseguir diálogo, pedir a las partes que se sentaran a la mesa y encontrar soluciones", insiste, a la vez que advierte que "la radicalización no ayuda a nadie".