El gobierno español ha hecho un toque de atención a los diplomáticos españoles por su "pasividad a la hora de combatir la ofensiva de Puigdemont", según apunta El Confidencial Digital. La semana pasada hubo una cumbre de embajadores españoles, organizada por el ministerio de Asuntos Exteriores, para evaluar las consecuencias del Brexit en la Unión Europea. Allí el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Jorge Toledo, transmitió a todos los diplomáticos la preocupación del ministerio y el gobierno español "por los efectos de la propaganda independentista en el exterior".

El digital asegura que esta reflexión se hizo durante la cena del lunes por la noche y que como consecuencia el martes se hizo una reunión que no estaba prevista para "combatir las fake news que se hacen circular sobre la justicia española". En la reunión con los embajadores se llegó a la conclusión que "desde el día que se detuvo Puigdemont se ha aprovechado para volver a hacer una campaña contra España".

En la misma línea, se explica que en el encuentro hubo preocupación porque "las mentiras del independentismo empiezan a calar en la opinión pública europea y se está extendiendo la idea de que hay presos políticos en España".

El ministerio de Asuntos Exteriores culpa a los embajadores de ser demasiados "pasivos" y por eso Jorge Toledo les pide que "salgan más en los medios y den más la cara" para así poder dejar claro que España es un país democrático y de derecho. Finalmente, el digital subraya que también se pidió que concedan más off the record a los periodistas "para poder replicar directamente los independentistas".