Como si fuera una víctima de esta situación y no se hubiera enterado de los tejemanejes de la Universidad Rey Juan Carlos, la presidenta de la Comunidad de Madrid se aferra a su cargo, pero casi un mes después de que estallara la polémica por su título de máster supuestamente falso, hoy ha decidido renunciar a él aunque, eso sí, a pesar de haber pedido disculpas, también ha asegurado que no ha cometido ningún acto ilegal.

Lo ha hecho en una carta de renuncia al rector de la Universidad, según ha avanzado OkDiario, donde ha atribuido toda la responsabilidad a la Rey Juan Carlos porque considera que si ha habido irregularidades, lo han sido del tipo "administrativo", eso sí, "totalmente ajenas a mí" como, por ejemplo, el acta falsa que se distribuyó en los medios de comunicación y de la que Cifuentes, según afirma, "no tenía conocimiento".

"Yo no he cometido ninguna ilegalidad", asegura en el escrito, al mismo tiempo que sostiene que "he cumplido los requisitos que la Universidad me puso para conseguir dicho título". De hecho, para justificarlo, pone encima de la mesa el argumento de que "me incorporé al máster porque inicialmente me encontraba en condiciones de cursarlo con plena dedicación, circunstancia que se vio alterada por mi nombramiento como delegada del Gobierno en Madrid, pudiendo continuar con el mismo al facilitar la universidad que prosiguiera los estudios, en unas condiciones flexibles para una persona como yo".

La cosa, sin embargo, no acaba aquí. Cifuentes se pone en el papel de víctima y, quitándose toda culpa de encima, escribe: "Si me equivoqué, y en aquel momento debí rechazar las facilidades que me ofrecía la universidad, pido disculpas a cualquiera que haya podido sentirse agraviado. Como ya he dicho, solo me movió a participar en este máster mi interés por ampliar conocimientos pese a las dificultades personales que me impedían cursarlo en un régimen ordinario. En ningún momento pretendí sacar ventaja entonces de este máster, ni pretendo sacarlo en el presente o en el futuro".