El banco alemán Landesbank Baden Württemberg (LBBW) ha hecho un análisis sobre las tensiones nacionales en Europa, centrado en Catalunya, y propone que Alemania haga de mediadora entre Catalunya y el Estado español.

"Las tendencias secesionistas plantean un problema para la UE: el presidente francés, Emmanuel Macron, quiere promover la integración de la UE, y las iniciativas de independencia quieren revertir la integración. Según los expertos de investigación del LBBW, Alemania tiene que buscar un papel en este escenario de tensión en 2018, y mediar entre los extremos como la nación que tiene una economía más fuerte", señala.

Al lado de Alemania, el LBBW cree que también se deberá mover la UE. "Deberá tomar posición", señala. En su opinión, tendrá que escoger si potencia una Europa de las regiones o de los Estados. LBBW recuerda que el Gobierno español habla de una hipotética reforma Constitucional, pero se niega a reconocer un Estado catalán. Y apunta que si se escala en el conflicto en Catalunya no habrá una "solución permanente".

LBBW hace un análisis de la situación de la economía catalana diferente de la que efectuan los análisis españoles centrados en la huida de sedes sociales de empresas, y pone su foco en la prioridad de que la inestabilidad política no se alargue en el tiempo, no se cronifique. "Necesitamos una solución rápida al conflicto, porque llegará un punto en que el daño económico no será reparable", apunta, citando unas declaraciones de Albert Peters, presidente del círculo de ejecutivos germanófonos de Barcelona (KdF).

El informe del LBBW, que se titula "¿Las empresas de la UE pueden hacer frente a las tendencias secesionistas?", analiza qué impacto puede tener ello para la economía alemana. Las conclusiones huyen del alarmismo. En su opinión, los efectos que tiene la voluntad de secesión en Catalunya "parecen ser manejables para la economía alemana".

De entrada, considera que el crecimiento de la zona euro "se mantendrá estable a pesar de la crisis catalana". Recuerda que el LBBW prevé un crecimiento del 2,5% para España (menor que el 3% del 2017, que era "muy alto"). "La estabilidad del crecimiento significa que la incertidumbre que trajo el voto de la independencia no pone en riesgo la subida", señala.

En el caso de que se prolongara la inestabilidad, el LBBW analiza qué sectores pueden quedar en situación delicada para los intereses alemanes. Especialmente destaca el sector automovilístico, con la Seat. En cambio no ve preocupación en el sector público o las telecomunicaciones, y una situación manejable para Basf, Linde y Grohe.