La preinscripción escolar para el próximo curso, que empezará a finales de marzo, podría incluir una casilla para que los padres puedan escoger el castellano como lengua vehicular para escolarizar a sus hijos. Esta es la propuesta que está estudiando estos días el gobierno español y así lo ha confirmado este jueves el mismo presidente Mariano Rajoy a los representantes de Societat Civil Catalana –con quien se ha reunido durante dos horas en La Moncloa–.

El ejecutivo español analiza si puede activar esta casilla en el marco de las nuevas medidas que implantará estos meses de febrero y marzo en aplicación del 155 de la Constitución. La medida la implantaría el Ministerio de Educación, que desde la suspensión de la autonomía tiene las competencias del Departament d'Ensenyament, y podría suponer modificar las normas de preinscripción escolar e incluir, en el impreso que llenan las familias, una casilla para que los padres puedan escoger el castellano para escolarizar a sus hijos.

También así lo ha explicado el secretario de Estado de Educación, Marcial Marín, que ha asegurado que el gobierno español es ''sensible con el problema'', aunque ha dicho que todavía están estudiando si esta medida podría incluirse dentro del artículo 155. Marín cree que todavía hay tiempo y, por lo tanto, ha augurado que la decisión se comunicará dentro de unas semanas, ya que el periodo de preinscripción escolar en Catalunya es habitualmente a finales de marzo.

El anuncio llega después de que el sindicato Acció per a la Millora de l'Ensenyament Secundari (AMES) haya iniciado una recogida de firmas a través de Change.org, y con la cual ha recogido unas 3.000.

Paralelamente, el Ministerio también ha confirmado que se ampliará la investigación de los libros de texto en Catalunya a aquellos a los cuales se acusa de adoctrinamiento. Precisamente fue AMES quien denunció ''adoctrinamiento ideológico partidista'' en un informe donde analizaba, el mayo pasado, el contenido de los libros de conocimiento del medio de 7 editoriales diferentes. Después de la denuncia, Marín anunció que se había encargado a Alta Inspección un informe detallado del contenido de los libros de texto en Catalunya, que ahora se quiere ampliar.