El conflicto catalán ha abierto una crisis diplomática entre España y Bélgica. La diplomacia de Madrid ha estallado contra el primer ministro belga, Charles Michel, por unas declaraciones al diario Le Soir en las que expresa apoyo a Catalunya. Álvaro Renedo, director para Europa y el G20 de la Presidencia del Gobierno español, ha enviado un duro correo al embajador de Bélgica en Madrid, en el cual le llega a advertir que "tomamos nota" de la actitud belga y considera "gravemente comprometidas" las relaciones bilaterales.

El contenido íntegro de la carta de la Moncloa a la legación diplomática, dado a conocer este jueves por diversos medios de comunicación belgas, es el siguiente:

"Embajador: Estoy intentando hablar con usted sin éxito. Tengo instrucciones de transmitirle el siguiente mensaje, con el ruego de que lo ponga en conocimiento urgente del Primer Ministro belga: estamos estupefactos por las declaraciones del Primer Ministro en Le Soir.

No comprendemos cómo un país socio puede hacer este tipo de declaraciones, que comprometen seriamente nuestras relaciones bilaterales. Estamos intentando limitar nuestra reacción, pero consideramos absolutamente inaceptable que el Gobierno belga sitúe al mismo nivel a un Gobierno regional que incumple grave y flagrantemente el ordenamiento jurídico de un Estado miembro, y al Gobierno de este Estado, que tiene la obligación inexcusable de cumplir y hacer cumplir la ley para garantizar los derechos y libertades de todos los ciudadanos. Es bien sabido y viene siendo reiterado que estamos abiertos siempre al diálogo dentro del marco legal, como todo Gobierno democrático. Aún no hemos visto declaración alguna del Gobierno belga instando a la Generalitat a cumplir la ley, sólo ataques contra el Gobierno de España. Tomamos nota.

Álvaro Renedo, Director para Europa y G2O en Presidencia del Gobierno."

El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y su homólogo belga, Charles Michel, coinciden este jueves y este viernes en la reunión de jefes de estado y de gobierno del Consejo Europeo que se celebra precisamente en Bruselas. Rajoy ha intentado que la cuestión catalana quede fuera de la agenda oficial de la cumbre, si bien el debate ya está inevitablemente sobre la mesa de los dirigentes de los estados de la Unión.

La frialdad entre Rajoy y Michel ha certificado el alcance de la crisis, sin precedentes entre ambos socios comunitarios. Todo, en un marco en que el anuncio del Gobierno de Madrid de que activará el artículo 155 de la Constitució para intervenir la autonomia catalana y la respuesta del president Carles Puigdemont de que levará a votación en el Parlament la suspendida declaración de independencia han disparado la atención europea sobre el conflicto catalán.