Bruselas se ha levantado esta mañana inundada de esteladas. Miles de personas recorrían las calles de la ciudad en dirección al barrio europeo donde esta mañana ha arrancado la manifestación para denunciar ante Europa la suspensión de la autonomía y la represión del Estado y para reclamar la libertad de los presos que todavía continúan a Estremera y Soto del Real, el vicepresident, Oriol Junqueras, el conseller Joaquim Forn, y los presidentes del ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.

La manifestación, bajo el lema Wake Up Europe arranca a las 11,30 del parque del Cinquantenaire y acaba en la plaza Jean Rey, cerca del Parlamento europeo, después de que el recorrido rodee el edificio de la Comisión Europea. El acto se cerrará con las intervenciones del presidente, Carles Puigdemont, y los consellers Toni Comín y Meritxell Serret.

Ya hace días que han aparecido las esteladas y los lazos amarillos por las calles de Bruselas, que ayer por la noche eran muy evidentes en puntos emblemáticos de la ciudad cm la Grand-Place. Pero esta mañana, se ha multiplicado desde primera hora cuando han empezado a llegar los autocares que ayer al mediodía salieron de todos los rincones de Catalunya.

Los vehículos, después de pasar la noche en tránsito han ido ocupando las calles de la capital belga. Sólo la Asamblea y Òmnium han alquilado 240. Además, a las cinco de la mañana han empezado a elevarse de Barcelona once vuelos chárter, cinco de los cuales organizados por las entidades soberanistas. Los dos últimos han partido con una hora de retraso.

Todos han confluido de buena mañana en los accesos de la ciudad provocante un cierto colapso en la entrada de la capital belga. La afluencia de público ha obligado incluso a abrir los accesos del metro que no daban a basto para vender los billetes. A lo largo de la mañana se ha tenido que cerrar alguna estación de metro.

La manifestación se produce en plena campaña electoral del 21-D y después de una semana repleta de noticias. El lunes se supo la decisión del Tribunal Supremo de mantener la prisión sin fianza contra Junqueras, Forn, Sànchez y Cuixart, a pesar de dejar en libertad al resto de consellers, y el martes el Tribunal comunicó que retiraba la euroorden de encarcelamiento de Puigdemont y los miembros de su Gobierno exiliados en Bruselas.